La importancia de la caza
Los auriñacienses recorrían y explotaban grandes extensiones de caza, probablemente de varios cientos de metros cuadrados. Estas superficies, por las que deambulaban durante el año cazadores en solitario o acompañados por todo el grupo, brindaban recursos animales y vegetales que nuestros antepasados conocían a la perfección.
Lanzas (2015-04-25/2015-04-25) de J.-M. Geneste/smergcCueva Chauvet - Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
La caza como actividad figurativa y de subsistencia
Entre las armas de caza destaca la lanza. Se trata de un arma arrojadiza cuya fabricación y mantenimiento requerían profundos conocimientos técnicos por parte de los cazadores. Al lanzarla, se podía abatir a un caballo a más de 30 m de distancia.
Solo los cazadores, seguramente la mayoría de los hombres del grupo, poseían y usaban este tipo de arma. Era un instrumento de gran precisión, hecho de cuernos de reno o de marfil; las fabricaban los propios cazadores, quienes poseían unos conocimientos muy específicos relacionados directamente con la supervivencia y la protección del grupo. La rectitud y la firmeza de la estructura eran clave para la eficacia del arma. Los cazadores llevaban consigo varias lanzas, lo que indica que se tenían en cuenta las necesidades del grupo.
Para los auriñacienses, la caza era una actividad fundamental: servía para alimentar a los miembros del grupo, y constituía un acto cultural y simbólico indispensable para la cohesión de la comunidad.
Bison (Bison priscus) (2015-04-25/2015-04-25) de smergcCueva Chauvet - Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
¿Qué importancia tenían los animales para los auriñacienses?
Los animales eran un recurso alimentario. La evidencia arqueológica hallada en toda Europa indica que las especies que se cazaban diferían según la zona geográfica. Estas diferencias dependían del ecosistema y, probablemente, de las preferencias culturales. En este sentido, se han hallado pruebas en yacimientos arqueológicos que indican que los auriñacienses del norte de Europa preferían los renos, mientras que los del sur de Europa se inclinaban más por bovinos y ciervos, o incluso íbices en regiones de montañas escarpadas.
En Europa oriental se decantaban más por los bisontes, los saigas y los mamuts (en las zonas más orientales de Europa, como en las llanuras rusas actuales); la mayor parte de las osamentas halladas en yacimientos de viviendas corresponden a estos animales.
Mamut (2015-04-25/2015-04-25) de smergcCueva Chauvet - Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
¿Qué significaba el mamut para la cultura auriñaciense?
Los cazadores auriñacienses aprovechaban todas las oportunidades que surgían para cazar mamuts. También se alimentaban de carroña. A medida que se avanza hacia el sur de Europa, se encuentran menos restos de mamut (osamenta y marfil).
Los restos de estos mamíferos, que abundan en el territorio que actualmente corresponde a Rusia, disminuyen considerablemente en número o casi desaparecen de la península ibérica. En la zona que hoy conocemos como Francia, el marfil elaborado no era inusual, a diferencia de los huesos. Esto nos hace reflexionar sobre la importancia y el papel que tenía el marfil en las sociedades auriñacienses.
Mammouth (mammuthus primigenius) (2015-04-25/2015-04-25) de smergcCueva Chauvet - Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
El valor del marfil en la cultura auriñaciense
El marfil de mamut es uno de los materiales que más trabajaban los auriñacienses. Con él, nuestros antepasados fabricaban herramientas, armas y, sobre todo, objetos muebles de un extraordinario valor cultural, tales como estatuillas y ornamentos.
Una vez terminado, el objeto de marfil, inmensamente más resistente que uno hecho de madera, probablemente adquiría valor por su función, estética y perdurabilidad, y no tanto por el material en sí.
Caballo Vogelherd (Germany) (2015-04-25/2015-04-25) de Université de Tübingen/smergcCueva Chauvet - Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
Existen diferencias entre Europa oriental y Europa occidental: los objetos de marfil hallados en el territorio que hoy corresponde a Rusia destacan por una precisión exquisita (cuencos, armas, etc.), mientras que, en Europa occidental, las elaboraciones eran mucho menos sofisticadas. Esta diferencia puede deberse a la gran presencia de marfil fósil en Europa oriental, donde había un mayor número de mamuts.
La existencia de marfil depende de la presencia del animal poseedor del material. Sin embargo, en muchos yacimientos donde se ha encontrado marfil no hay pruebas concluyentes de la existencia de mamuts, lo que indica que el material fue transportado. La facilidad con la que se podía trabajar este material le confería valiosas cualidades estéticas y técnicas. En este contexto, los objetos de marfil eran mayoritariamente piezas de adorno, y no herramientas o armas. Este material otorgaba una condición especial a los artesanos que lo trabajaban debido al esfuerzo que implicaba y al apreciable valor cultural que representaba.
Homo-Leon ((Hohlenstein-Stadel, Alemania) de Université d'Ulm/smergcCueva Chauvet - Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
Hay muchos yacimientos en los que no se ha hallado marfil. En los que sí, se han encontrado adornos y perlas que avalan la existencia de puntos de fabricación y, por lo tanto, de un sistema de demanda e intercambio. Esta lógica de fabricación e intercambio relacionada con el valor del material se puede aplicar también a las conchas halladas en yacimientos situados a varios cientos de kilómetros del mar.
Reindeer Group de anonymeCueva Chauvet - Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
El reno en la cultura auriñaciense
El reno tiene un papel muy importante en la vida cotidiana de los auriñacienses. Este pequeño cérvido es una fuente vital de carne y materiales, y con sus huesos, además de con madera, se fabricaban muchas herramientas.
Herramienta en corna de reno (2015-04-25/2015-04-25) de J.-M. Geneste/smergcCueva Chauvet - Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
Los paleolíticos desarrollaron una economía de subsistencia principalmente centrada en este animal. Es una figura muy habitual en los bestiarios que decoran las cuevas y una fuente de productos y materiales básicos. La carne se destinaba al consumo; la piel se usaba para confeccionar ropa y tiendas; los tendones se reciclaban para fabricar amarres y cuerdas; los cuernos y los huesos servían para producir herramientas; y los dientes se insertaban en adornos corporales.
Lion-Man (Germany) (2015-04-25/2015-04-25) de Musée d'Ulm/smergcCueva Chauvet - Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
La espiritualidad de los auriñacienses
Los auriñacienses practicaban una espiritualidad que acostumbraban a expresar en las cuevas profundas a través del dibujo, aunque también a través de la escultura. El arte en las cuevas es la manifestación más elocuente de la conexión que nuestros antepasados establecieron con el mundo espiritual. Durante 30.000 años, los humanos han dibujado, a veces esculpido, animales y signos geométricos y, en menor medida, figuras humanas.
Big Bisons (Chauvet Cave, Ardèche) (2008/2008) de L. Guichard/Perazio/smergcCueva Chauvet - Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
Los auriñacienses sobre todo representaron animales peligrosos, tales como felinos grandes, mamuts o rinocerontes. Para esta cultura, dibujar no era un acto banal. Los miembros del grupo elegían al artista, el cual debía preparar los materiales y las herramientas con los que iba a dibujar, pintar y grabar. El acto artístico implicaba una anticipación de las necesidades y una preconcepción de la obra. Aunque el trabajo lo realizaba una sola persona, iba dirigido a todo el grupo.
Little Mammoth at the entrance (2015-04-25/2015-04-25) de L. Guichard/Perazio/smergcCueva Chauvet - Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
La interpretación de estas manifestaciones artísticas en cuevas siempre suscita controversias, pero lo que sí sabemos con certeza es que los prehistóricos aprovechaban los relieves naturales de las paredes. Esto hace pensar que las representaciones rupestres no eran aleatorias, sino que estaban condicionadas por los medios rocosos; al parecer, los auriñacienses solo trazaban figuras de criaturas preexistentes en los muros.
Debido a los pocos artefactos de material arqueológico (unas 20 lascas de sílex y 1 punta de azagaya) que se han hallado en la cueva de Chauvet, hasta hoy el yacimiento no ha servido para conocer qué materiales cotidianos usaban nuestros antepasados. Otros yacimientos con una mayor cantidad de restos arqueológicos han posibilitado la reconstrucción de la forma de vida de los cazadores recolectores auriñacienses. Por otro lado, la descripción de la cueva de Chauvet y su contextualización en Europa han permitido acotar el contexto cultural de nuestros antepasados, especialmente al tener en cuenta el vínculo intangible y simbólico que establecieron con el mundo animal. Para los cazadores recolectores auriñacienses, la cueva de Chauvet era un importante enclave cultural desde el que conectaban con el universo espiritual. Actualmente, este santuario es la primera gran obra de arte de la humanidad, una herencia tangible de la espiritualidad de nuestros antepasados.
El Syndicat Mixte de l'Espace de Restitution de la Grotte Chauvet (SMERGC o sindicato mixto del espacio de restitución de la cueva de Chauvet) agradece la colaboración del Ministerio de Cultura y Comunicación francés. La exposición ha sido posible gracias a un acuerdo entre estas dos entidades colaboradoras para promocionar la cueva de Chauvet y su contexto geográfico e histórico.
SMERGC es la entidad propietaria de La Grotte Chauvet 2, y la que ha diseñado y construído este emplazamiento. Anteriormente, esta cueva se conocía con el nombre de Caverne du Pont d'Arc. SMERGC preparó y defendió la candidatura de la cueva de Chauvet para su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
http://lacavernedupontdarc.org/
https://www.facebook.com/lagrottechauvet2/
SMERGC también agradece la colaboración de Google Arts & Culture.
¿Te interesa Natural history?
Recibe novedades con tu Culture Weekly personalizado
¡Todo listo!
Tu primer Culture Weekly llegará esta semana.