Painting "The Three Ages of Woman" (1905) by Gustav Klimt (1908) de Moriz NährAustrian National Library
En el cuadro "Las tres edades de la mujer" (1905), una obra importante de su estilo dorado, Klimt se dedicó -como antes en el cuadro de la facultad "Filosofía"- al ciclo de la vida, centrándose en tres etapas. Sobre un fondo abstracto, aparentemente cósmico, se muestran las monumentales figuras desnudas de una anciana desesperada y de una madre soñadora con su bebé en brazos, envueltas en capullos de colores ornamentados. El contraste entre el verismo extremo de la figura de perfil envejecida y el carácter ideal de la figura frontal estilizada, joven y demasiado delgada, es sorprendente.
Two Studies of a Child Being Held (Studies for "The Three Ages of Woman") (c. 1904) de Gustav KlimtAlbertina Museum
En los estudios para el grupo de la madre y el niño, Klimt demuestra ser un observador psicológicamente agudo y empático de los niños. Con líneas infalibles, capta las posiciones cambiantes del niño sostenido por las manos de la madre, añadiendo acentos incisivos.
Two Studies of a Child Being Held (Studies for "The Three Ages of Woman") (c. 1904) de Gustav KlimtAlbertina Museum
Una y otra vez estudia el giro de la cabeza, la mirada ansiosa por encima del hombro o la suave curva del vientre.
Two Studies of a Child Being Held (Studies for "The Three Ages of Woman") (c. 1904) de Gustav KlimtAlbertina Museum
Ya en la fase de dibujo, Klimt diferenciaba entre la naturalidad de los movimientos del niño y las partes de los brazos y las manos geométricamente anguladas de la madre.
Sleeping Child (Study for "The Three Ages of Woman") (c. 1904) de Gustav KlimtAlbertina Museum
Repite varias veces el contorno de las piernas.
Registra magistralmente el ojo cerrado en el sueño con un solo trazo que lo domina todo.
Old Woman Seated (Study in the Context of "The Three Ages of Woman") (1904) de Gustav KlimtAlbertina Museum
El estudio de la figura sentada y vestida de una anciana, para el que Klimt utilizó a su propia madre como modelo, fue creado en el contexto del cuadro "Las tres edades de la mujer". Este expresivo dibujo no se caracteriza por la tristeza o la desesperación, sino por la dignidad de la vejez que descansa en sí misma.
Con una nitidez propia de una xilografía, Klimt fija los rasgos faciales y el tocado, que destacan concisamente sobre los sencillos contornos de la ropa.
Destacan las manos de la mujer, marcadas con carácter, que descansan en su regazo.
