El ajedrecista, el primer juego de ordenador de la historia

Uno de los inventos más futuristas y llamativos de Leonardo Torres Quevedo marcó el nacimiento de una nueva disciplina, la automática.

De Museo Torres Quevedo

Museo Torres Quevedo

Foto antigua del Primer Ajedrecista Foto antigua del Primer AjedrecistaMuseo Torres Quevedo

Los ensayos sobre automática

En enero de 1914, treinta años antes del nacimiento de la moderna teoría de la computabilidad, Torres Quevedo publicó en la "Revista de la Academia de Ciencias de Madrid" un profético ensayo sobre autómatas. Llevaba por título "La automática. Su definición. Extensión teórica de sus aplicaciones".

Revista de Obras Públicas - Noviembre 1914 Revista de Obras Públicas. Página 1Museo Torres Quevedo

En sus escritos enunció los fundamentos teóricos de la automática, expuso un proyecto de sistemas para realizar operaciones aritméticas por procesos digitales, introduciendo la idea de los circuitos de conmutación mediante relés y presentó la idea de un autómata sencillo usando sistemas electromecánicos en los que, según él, radicaba el futuro.

Para Torres Quevedo, los autómatas tendrían sentidos, siendo sensibles a circunstancias externas; poseerían miembros, para ser capaces de ejecutar operaciones; dispondrían de energía necesaria, y sobre todo, el objeto principal de la automática, tendrían capacidad de discernir, es decir, elegir entre diferentes opciones.

Revista de Obras Públicas - Noviembre 1914 Revista de Obras Públicas. Página 2Museo Torres Quevedo

Nace así, lo que él denominó automática, con el objetivo de examinar los procedimientos que pueden aplicarse a la construcción de autómatas dotados de una vida de relación más o menos complicada.

Revista de Obras Públicas - Noviembre 1914 Revista de Obras Públicas. Página 6Museo Torres Quevedo

La complejidad de este invento desembocó en la construcción de un autómata, más avanzado y capaz de tomar decisiones: el Ajedrecista.

Foto antigua del Primer Ajedrecista - Vista traseraMuseo Torres Quevedo

El primer Ajedrecista

En “Mis inventos y otras páginas de vulgarización” (1917), Torres Quevedo explicaba sus teorías sobre la automática justificando la creación del ajedrecista. 

Esquemas del Primer Ajedrecista Esquema de mecanismos y conexiones del Primer AjedrecistaMuseo Torres Quevedo

En este escrito afirmaba que construyó el ajedrecista para demostrar su idea de que hay que aumentar la capacidad intelectual de las máquinas para que sustituyan al hombre en algunos trabajos, hasta entonces reservados a la inteligencia humana y, de esa manera, librar al hombre de algunas servidumbre.

El Turco ajedrecistaMuseo Torres Quevedo

El Ajedrecista nada tiene que ver con aquellos muñecos que en épocas anteriores se presentaban jugando una partida y que, como el conocido "El turco", eran un fraude.

Torres Quevedo quiso construir una máquina que jugase sabiendo lo que hace, observando las jugadas de un contrincante que procede libremente, respondiendo el autómata de manera adecuada.

Primer ajedrecista - Dispositivo completoMuseo Torres Quevedo

Leonardo Torres Quevedo construyó su primer Ajedrecista en el año 1912. Se trataba de un modelo experimental que presentó en París en 1914.

El Ajedrecista no jugaba la partida completa sino que realizaba una jugada final de mate sencillo de torre y rey contra rey. Éste conducía las fichas blancas, cuyo movimiento estaba basado en un complejo mecanismo de ejes y tambores.

Foto antigua del Primer Ajedrecista - Vista traseraMuseo Torres Quevedo

El Ajedrecista causó una impresionante sensación en su tiempo. Se trataba de la primera máquina electromecánica que jugaba al ajedrez y constituyó una de las primeras manifestaciones de inteligencia artificial.

Primer ajedrecista - Vista detalleMuseo Torres Quevedo

La máquina juega al ajedrez, piensa y mueve las piezas gracias al complejo mecanismo que se observa en la imagen.

Segundo ajedrecista - Vista del segundo ajedrecista cerradoMuseo Torres Quevedo

El segundo Ajedrecista

En el año 1920 construye en el Laboratorio de Automática el segundo Ajedrecista, en el que introduce mejoras significativas en cuanto a su presentación. 

Segundo ajedrecista - Vista detalle del segundo ajedrecista abiertoMuseo Torres Quevedo

Desde el punto de vista automático, no ofrece cambios esenciales en relación al primero. Se le puede considerar un juguete científico que demuestra las posibilidades de la teoría general de automática de Torres Quevedo.

Segundo ajedrecista -Vista general del segundo ajedrecista abiertoMuseo Torres Quevedo

El segundo Ajedrecista funcionaba a través de unos electroimanes situados debajo del tablero, por lo que daba la impresión de que las piezas se movían solas, causando un gran impacto en el público.

Segundo ajedrecista - Vista interna del segundo ajedrecistaMuseo Torres Quevedo

En la versión más elaborada del Ajedrecista, éste cuenta con dos deslizaderas, una horizontal y otra vertical en las posiciones de las piezas que juegan. El autómata resuelve el mate a través de un problema algorítmico y determina el movimiento que va a realizar.

Segundo ajedrecista - Detalle de los indicadores de errores y jaque mateMuseo Torres Quevedo

El Ajedrecista de Torres Quevedo detectaba jugadas erróneas por parte del adversario y las anunciaba mediante un letrero luminoso. A la tercera jugada errónea detenía la partida y era necesario empezar de nuevo.

Segundo ajedrecista - Vista del segundo ajedrecista cerradoMuseo Torres Quevedo

Como máximo, con 63 jugadas, el ajedrecista daba jaque al rey negro y avisaba con señales luminosas y sonidos. Tenía un gramófono incorporado que decía "jaque mate".

Demostración Segundo Ajedrecista (sin audio)Museo Torres Quevedo

La máquina era imbatible. Derrotó a Norbert Wiener, uno de los padres de la cibernética, en el primer congreso de cibernética de París, adonde se llevó el segundo Ajedrecista. También se invitó a jugar a uno de los grandes de la historia del ajedrez, Tartacover, que también perdió.

Folleto de España para la exposición Universal e Internacional de Bruselas de 1958Museo Torres Quevedo

Cabe destacar la dimensión internacional de los Ajedrecistas. El primero causó impresión en 1913 y fueron reconocidos en 2013 como los primeros juegos por ordenador de la historia. El segundo ajedrecista se mostró en la Exposición Universal de Bruselas en 1958.

Demostracion del funcionamiento del Segundo AjedrecistaMuseo Torres Quevedo

Gonzalo, hijo de Leonardo Torres Quevedo, realizó numerosas demostraciones del Ajedrecista, que viajó por todo el mundo, causando gran expectación en todas sus apariciones.

Créditos: reportaje

Museo Torres Quevedo (Madrid)
museotorresquevedo.caminos.@upm.es
Escuela Ing. de Caminos, Canales y Puertos
Universidad Politécnica de Madrid


Director: Francisco Javier Martín Carrasco
Secretario: Felipe Gabaldón Castillo
Responsable Museo: Manuel G. Romana
Edición: Miriam Guerrero Pérez
Textos: Miriam Guerrero Pérez y Consuelo Durán Cermeño

Asesores: Francisco González Redondo, Antonio López Vega y María Pascual Nicolás

Documentación: Manuel Romana García, Consuelo Durán Cermeño, Miriam Guerrero Pérez

Fuentes Material Gráfico: Colección Museo, Colección Francisco González Redondo, Colección Manuel Romana, Hemeroteca Nacional, Revista de Obras Públicas
Fuente Vídeos: YouTube

Créditos: todos los contenidos multimedia
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