Emilie Flöge

Emilie Flöge (1874-1952) fue sin duda la mujer más importante en la vida de Gustav Klimt. Su relación amorosa se convirtió en una estrecha amistad que duraría toda la vida. Sin embargo, Emilie Flöge también estuvo dispuesta a aceptar todas las idiosincrasias que la naturaleza obstinada de Klimt conllevaba. Por ejemplo, tuvo que aceptar que Klimt nunca se casaría con ella y que, a pesar de la relación que compartían, él tendría relaciones con modelos, con quienes hasta tuvo hijos. Específicamente, se sabe que el maestro artista tuvo tres relaciones duraderas con modelos, cuyo resultado fue un total de seis hijos.

En contraposición, la relación de Emilie con Klimt no produjo hijos. Ni siquiera vivían juntos. Emilie compartía una casa con sus hermanas, mientras que Klimt vivía con su madre y sus hermanas solteras. Raras veces se veían de día, ya que Klimt trabajaba en su estudio constantemente y no aceptaba compañía.

En consecuencia, pasaban la mayor parte de su tiempo juntos durante la noche. Emilie Flöge siempre estaba junto a Klimt, especialmente, en ocasiones oficiales y en sus frecuentes visitas a representaciones teatrales y conciertos. Con los años, Emilie Flöge recibió el apodo de "Frau Klimt" en la sociedad vienesa. También recibiría la herencia de Klimt luego de su repentina muerte, junto a sus hermanas.

Klimt conoció a Emile Flöge, que era 12 años menor que él, a más tardar en octubre de 1891, cuando su hermano Ernst se casó con Helene, la hermana de Emilie. Mientras los hermanos Klimt provenían de una familia humilde, la familia Flöge pertenecía a la clase más adinerada de la sociedad vienesa. El padre, Hermann Flöge, era dueño de una fábrica que producía pipas de sepiolita. El retrato pintado por Klimt a fines de la década de 1890 que muestra a un anciano en su lecho de muerte probablemente sea una imagen del padre de Emilie, Hermann Flöge.

Cuando Ernst, el hermano de Gustav Klimt, murió repentinamente en diciembre de 1892, Gustav se convirtió en el tutor de la hija de Ernst, Helene Luise. Esto también fortaleció los lazos familiares con la familia Flöge.

Desde 1892, Emilie dirigió una sastrería con sus hermanas, Pauline y Helene. En 1904, las tres hermanas abrieron el salón de moda Schwestern Flöge en la animada Mariahilferstraße, en el distrito 6 de Viena. Josef Hoffmann y Koloman Moser, asociados cercanos de Klimt de la Secesión de Viena, diseñaron todo el interior del salón de moda y su estudio de diseño Wiener Werkstätte completó el trabajo en 1903. El resultado fue un interior con uno de los diseños puristas radicales más consistentes de los primeros años del Wiener Werkstätte.

Este estilo se caracterizó por una negación radical del corsé (cintas que ceñían el vestido a la cintura), que en esa época era obligatorio. Las creaciones de la última moda internacional también llegaban a las colecciones del salón. Para encontrarlas, Emilie Flöge visitaba los principales desfiles de moda en París y Londres con regularidad.

La relación de Klimt y Emilie se volvía especialmente intensa cuando se iban de vacaciones juntos. Cada verano pasaban algunas semanas en el campo, frecuentemente en el lago Atter, en Alta Austria. Sin embargo, no estaban solos: siempre estaban acompañados por la familia Flöge.

En muchas imágenes, Emilie también lleva la vestimenta que ella diseñaba en el lago Atter. Puede que algunas de estas fotografías hayan sido tomadas especialmente con fines comerciales. Por ejemplo, la revista de arte "Kunst and Kunsthandwerk" ("Arte y artesanías") de 1906/07, que era muy popular en Alemania en esa época, publicó una serie de fotografías en las que Emilie presentaba su nueva colección de moda en el jardín de Villa Oleander. El fotógrafo en este caso incluso pudo haber sido el mismo Klimt.