De Fundación Nao Victoria
Fundación Nao Victoria
Toca para ver
Te invitamos a dar un paseo por una réplica a escala real de la Nao Victoria, el barco que logró dar la primera vuelta al mundo entre 1519 y 1522.
La Nao Victoria el día de su partida (2004)Fundación Nao Victoria
La Nao Victoria tiene unas dimensiones de 26 metros de eslora y 6 metros de manga. La eslora es la distancia entre la parte más saliente de la popa y de la proa de la embarcación; mientras que la manga es la anchura del barco.
La Nao Victoria el día de su partida (2004)Fundación Nao Victoria
Cuenta con 286 m² de superficie vélica en sus 6 velas: mayor, gavia, trinqueta, velacho, mesana, cebadera y sobrecebadera. La velocidad media que alcanza la embarcación es de 3,5 nudos.
Toca para ver
La vela del palo mayor es la más pesada de todas con cerca de 1400 kilogramos. Los tripulantes debían subirla para "sacar trapo" (expresión marinera para decir "ir más rápido") o bajarla manualmente para ganar estabilidad.
Toca para ver
En la cubierta tenía lugar la vida de la marinería: maniobras, manejo de velas, cocina… En ella dormía la mayoría de los hombres a bordo sobre esteras, ya que la bodega era utilizada para carga y pertrechos. Durante la navegación era frecuente que las olas cruzaran la cubierta reduciendo al mínimo los espacios secos.
Toca para ver
En esta cubierta se encuentra el palo mayor, la escotilla de acceso a bodega, el cabestrante y pañol de proa. La zona cubierta por el castillo de proa era utilizada para guardar las velas, los cabos de repuesto y los demás útiles necesarios para maniobras y fondeos de las inclemencias del tiempo. Era también la única zona protegida en la que podía dormir la marinería.
Toca para ver
El cabestrante era un mecanismo que se utilizaba principalmente para subir el ancla. También servía, mediante poleas y reenvíos, para izar la verga mayor o realizar otros trabajos pesados como la carga de la bodega. El eje del cabestrante traspasa la cubierta y descansa sobre la quilla para soportar grandes esfuerzos. Hasta ocho hombres podían hacerlo girar a través de unas palancas que se introducían en la parte superior.
Toca para ver
La cubierta tolda era el centro de mando de una nao. El piloto, máximo responsable de la navegación, podía ver tanto las velas como el horizonte, teniendo a su mano los elementos básicos para guiar el barco: la aguja de marear (compás o brújula) situada en la bitácora y el pinzote. Esta cubierta era usada sólo por los marineros de guardia.
Toca para ver
En la cubierta tolda se encuentra el pinzote, el palo vertical que vemos en la imagen. Fue el sistema de gobierno de las naves hasta la aparición de la rueda a mediados del siglo XVIII. Ejerciendo palanca sobre la caña del timón, permitía a los tripulantes controlar el rumbo del barco sin perder de vista las velas y la mar. Con mal tiempo eran necesarios varios hombres para su manejo.
Toca para ver
En la cubierta superior a popa se encuentra también el fanal, o farol, que se encendía de noche para mantener la navegación en convoy con el resto de los barcos. Todo un código de señales se desarrolló a través de estos faroles.
Toca para ver
El castillo de proa era la cubierta desde la que se hacían las maniobras de las velas del palo trinquete, el mástil vertical más cercano a la proa.
Toca para ver
La bodega se reservaba única y exclusivamente para el transporte de la carga, víveres y agua potable. Cuando la nao salía a navegar se cerraba su escotilla para impedir que el agua de la mar y de la lluvia entrara en el interior de la bodega. En contra de la creencia popular, nunca era utilizada por la tripulación para dormir y tan solo el despensero tenía permitido bajar a tomar los alimentos de la ración diaria.
Textos e imágenes: Fundación Nao Victoria
Montaje digital: Bosco Bueno
Esta exposición forma parte del proyecto "La primera vuelta al mundo".