La vida de Candido Portinari

Sólo recibe educación primaria. Desde niño manifiesta su vocación artística. Comienza a pintar a los 9 años. Y -desde el cafetal hasta las Naciones Unidas- se convierte en uno de los mayores pintores de su tiempo.

A los quince años parte para Río de Janeiro. Se inscribe en la Escuela Nacional de Bellas Artes.

En 1928 conquista el Premio de Viaje a Europa, con el “Retrato de Olegario Mariano”. Ese hecho supone un hito decisivo en la trayectoria artística y existencial del joven pintor. Permanece en París durante todo el año 1930.

Con distancia, puede ver mejor su tierra. Decide: Voy a pintar esa gente con esa ropa y con ese color...

... la historia,...

... el pueblo,...

... la cultura,...

... la flora, la fauna.

Sus cuadros, grabados, murales revelan el alma brasileña.

Preocupado también con aquellos que sufren, Portinari muestra en colores fuertes la pobreza, las dificultades, el dolor. Su expresión plástica, poco a poco, va superando el academicismo de su formación, fundiendo la ciencia antigua de la pintura con una personalidad experimentalista moderna. Según el escritor Antonio Callado, su obra constituye un monumental libro de arte que enseña a los brasileños a amar más su tierra.

Compañero de poetas, escritores, periodistas, diplomáticos, Candido Portinari participa de la elite intelectual brasileña en una época en la que se percibe un notable cambio en la actitud estética y en la cultura del país.

Este selecto grupo reflexiona, además, sobre los problemas del mundo y sobre la realidad nacional. La escalada del nazi-fascismo y los horrores de la guerra, así como la proximidad con los males históricos de Brasil refuerzan el carácter trágico de la vertiente social en la obra de Portinari y lo conducen a la militancia política. Se afilia al Partido Comunista. Se postula a diputado federal, después a senador, sin ser electo en ninguna de las dos candidaturas.

Más tarde, con el agravamiento de la represión política, se exilia por algún tiempo en Uruguay.

El tema esencial de la obra de Candido Portinari es el Hombre.

Su aspecto más conocido por el gran público es la fuerza de su temática social.

Aunque menos conocido, existe también el Portinari lírico. Esta otra vertiente está poblada de elementos de reminiscencias de infancia en su tierra natal:

.. los niños de Brodowski con sus bromas,...

... sus danzas, ...

... el circo; ...

... los novios; ...

... los campesinos...

... el ser humano en situaciones de ternura, ...

... y Paz.

Por la importancia de su producción estética y por su participación consciente en la vida cultural y política brasileña, Candido Portinari alcanza reconocimiento dentro y fuera de su país.

La importancia de su valor se expresa gracias a las diversas invitaciones recibidas de instituciones culturales, políticas, religiosas, para la realización de exposiciones y creación de obras; a los premios y distinciones obtenidas por las más diferentes partes del mundo; al aura de amistad y respeto construida en torno a su imagen; y al orgullo del pueblo brasileño, tan bien representado en su obra.

Candido Portinari muere el 6 de febrero de 1962, víctima de intoxicación por las tintas.

Esta obra-síntesis constituye el mayor trabajo de toda la vida del pintor. El más universal, el más profundo, y también, en su majestuoso diálogo entre lo trágico y lo lírico, entre la furia y la ternura, entre el drama y la poesía. Según el artista Enrico Bianco, “Guerra y Paz” son las dos grandes páginas de la emocionante comunicación que el pintor entrega a la humanidad.