Durante décadas el legado español penetró en los territorios que actualmente forman parte de los Estados Unidos por lo que se denominó Caminos Reales. Originalmente estos caminos unían dos capitales, pero con el tiempo pasaron a utilizar esta acepción la mayoría de las rutas que unían poblaciones de cierta importancia. Actualmente estos caminos son gestionados y forman parte del “National Park Service” norteamericano.
"El
Camino Real de Tierra Adentro"
Fue el más importante de los Caminos Reales y unía la ciudad de México y Santa Fe en Nuevo México. En sus 2560 kilómetros (1600 millas) de recorrido se atravesaban las ciudades de Ciudad Juárez, El Paso y Albuquerque. Popularmente fue conocido como “Camino de Santa Fe” y también como “Camino de la Plata”.
Mapa del Camino Real de Tierra Adentro, entre México y Santa Fe, dibujado por Alexander Von Humboldt.
Las caravanas del Camino Real introdujeron en el Suroeste de Estados Unidos todos los ingredientes de la herencia cultural española: familias, ganado, caballos, plantas, semillas...
Cada tres años se organizaba la llamada “Conducta”, una larga caravana de carretas tiradas por bueyes y en la que viajaban frailes, familias y soldados de escolta, transportando semillas, plantas, muebles, instrumentos musicales, enseres, papel, tinta, además de numerosas cabezas de ganado... todo cuanto necesitaban los nuevos colonos para instalarse en aquellos territorios fronterizos.
El viaje duraba seis meses y atravesaba las áridas tierras del norte del virreinato: Querétaro, Zacatecas, Durango, Chihuahua... En el Paso se cruzaba el Río Grande y finalmente se alcanzaba el destino, Santa Fe. Las crecidas de los ríos o la sequía extrema, como la famosa “Jornada del Muerto”, cien kilómetros sin un solo “ojo de agua”, ponían a prueba a hombres y ganados.
El viaje del Camino Real de Tierra Adentro duraba seis meses, y los viajeros estaban expuestos a toda clase de avatares que ponían en peligro sus vidas.
Los indios vigilaban la caravana, para aprovechar los descuidos y robar caballos.
Además debían hacer frente a grupos de bandidos organizados que emboscaban y asaltaban a la comitiva a la salida de México.
El viaje se convertía en sí mismo en toda una epopeya de la colonización llegando a generar su propia épica. Fue la vía principal de implantación de la presencia de España en la tierra de frontera, y el vehículo por el que penetró en el Suroeste de los Estados Unidos la cultura material e inmaterial hispana.
El camino entrañaba peligros. Cada noche las carretas formaban en círculo, para proteger personas y bienes.
"El Camino Real de los Tejas"
Como indica su nombre, por este camino entraron los colonos españoles en el territorio de Tejas con un recorrido superior a los 4.000 km (2.500 millas).
Itinerario del Camino Real de los Tejas. Se trataba de una derivación del Camino Real de Tierra Adentro hacia Tejas, y tenía dos ramales, el Camino de Arriba y el Camino de Abajo.
El Camino Real de los Tejas se estableció para unir una serie de misiones y puestos españoles entre Monclova (México) y los Adaes, primera capital de la provincia de Tejas, en lo que es ahora el norte de Louisiana. El tramo más importante enlazaba la capital, San Antonio, con el extremo de Los Adaes.
Los Adaes era el límite del territorio español de Tejas. A partir de ahí se entraba en el territorio de la Louisiana.
El potente patrimonio ganadero de Tejas tuvo su origen en este Camino Todos los objetos necesarios para afincarse las familias eran llevados a bordo de los carromatos.
A través de ese camino llegaban los suministros que precisaban los habitantes españoles de Los Adaes, un área que actuaba de frontera contra los intereses franceses de Louisiana. Fue pues una ruta de decisiva importancia para el mantenimiento de la presencia española en Tejas, y por ella viajaron misioneros, militares y comerciantes, así como las cabezas de ganado que conformarían el patrimonio ganadero de Tejas.
El Camino Real de los Tejas contaba con dos ramales, el “Camino de Arriba” y el “Camino de Abajo”, que discurría entre El Paso y San Antonio. Ambos eran en realidad una derivación del famoso y transitado Camino Real de Tierra Adentro, el que enlazaba la capital de México con Santa Fe.
Carreta del Camino Real de los Tejas tirada por mulas
"La ruta de Juan Bautista de Anza"
Juan Bautista de Anza fue un destacado protagonista de la frontera española en América del Norte y uno de los primeros expedicionarios españoles de renombre que había nacido en México. Abrió una ruta interior a California llegando hasta el área que actualmente ocupa San Francisco y pacificó a las tribus indias.
Itinerario de la Ruta de Juan Bautista de Anza, entre Sonora y California
Fue uno de los grandes talentos militares y políticos del llamado territorio de frontera. Obtuvo licencia para abrir una ruta terrestre entre Sonora y California como alternativa viable y más rápida que los abastecimientos marítimos para abastecer los asentamientos de California.
La ruta de Juan Bautista de Anza ha sido declarada National Historic Trail, y es la que siguió el gran explorador para trasladar una partida de colonos a California
Juan Bautista de Anza, combinando la estrategia militar con la política, logró lo que ninguno de sus predecesores había logrado: pacificar a los belicosos indios de la frontera. Fue la "Pax Anza".
Más tarde trasladó a un grupo de 240 colonos y mil animales por la nueva ruta, llegando todos sin daño. Dejó a los colonos en la misión de San Gabriel, y viajó hasta la bahía de San Francisco, donde eligió emplazamiento para la misión y el presidio, siendo pues Anza el fundador de la que llegaría a ser una gran ciudad y símbolo para todo el mundo.
En su camino a California, Anza superó magistralmente obstáculos como el cruce de los ríos Gila y Colorado y la Sierra Nevada
Misión de San Gabriel, en California, a donde Anza condujo a todos los colonos a través de la nueva ruta, sin sufrir baja alguna
Siendo Gobernador de Nuevo México, logró establecer una paz duradera con las tribus locales, tras una brillante acción militar en la que derrotó a los Comanches del jefe Cuerno Verde, consiguió que Apaches, Sioux, Navajos y demás pueblos indios firmaran la paz con los españoles. Fue la llamada “Pax Anza”, que duró hasta el final del período español en el Suroeste de los Estados Unidos.
Autor—Borja Cardelús ©. Para el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación del Gobierno de España. www.borjacardelus.com