Espejos celestiales: Leonardo da Vinci y su teoría sobre la cosmología

Codex Arundel, Arundel MS 263, f.025r (1478–1518) de Leonardo da VinciFuente original: Arundel MS 263

La teoría sobre la cosmología de Leonardo da Vinci trata sobre la interrelación del Sol, la Tierra y la Luna. Al no disponer de telescopio, recurrió a sus conocimientos sobre óptica y perspectiva para sacar conclusiones acerca de la estructura de la Luna. Dr. Domenico Laurenza, Museo Galileo, Florencia

La teoría de Da Vinci, alejada de la visión que imperaba en la época, sostenía que la Luna no tiene luz propia, sino que, al igual que la Tierra, presenta una superficie con agua donde las olas reflejan la luz solar.

Hoy día sabemos que Da Vinci tenía parte de razón: la Luna no emite luz propia, pero sus mares están formados de lava solidificada, no de agua. Su teoría sobre la Tierra también era muy original para la época. Según él, el suelo se encuentra en un estado de metamorfosis contínuo. El agua erosiona la tierra y la deposita en otro lugar; así es como se crean los valles y las montañas, y se modifica el curso de los ríos y la línea de costa. La Tierra no ha dejado de experimentar cambios y, con el tiempo, morirá, como lo hace el cuerpo de un hombre o de un animal.

En este folio, Da Vinci estudia de qué manera las olas de los mares lunares reflejan el "simulacro" o imagen del Sol.

En esta ilustración, las olas de la Luna reflejan el Sol, representado mediante un círculo en la parte superior. Si los mares lunares estuvieran en calma, o si la Luna fuera un simple espejo convexo, el observador terrestre (situado en el punto "f") vería una pequeña imagen del Sol, como el círculo trazado más abajo. Sin embargo, las olas, cada una de las cuales refleja una imagen del Sol, amplían la imagen solar que se refleja en dirección a la Tierra, y que alcanza la magnitud de la superficie oceánica representada.

Los dos dibujos del centro representan varias formas de superficie oceánica con oleaje. Da Vinci creía que las olas pequeñas reflejaban el Sol con mayor intensidad.

Codex Arundel, Arundel MS 263, f.028v (1478–1518) de Leonardo da VinciFuente original: Arundel MS 263

Da Vinci y la Luna

En esta ilustración, Leonardo da Vinci demuestra que la luz lunar es el reflejo de la luz que recibe del Sol en las olas de sus mares.

Después de estudiar el sistema Sol, Tierra y Luna, Da Vinci dedujo que la Luna no tiene luz propia, sino que refleja la luz que recibe del Sol como si de un espejo convexo se tratara. El Sol aparece en la parte superior izquierda, el observador está a la derecha y, la Luna, en la parte inferior. Si la Luna fuera un espejo convexo uniforme, reflejaría luz solar únicamente con una pequeña parte de su superficie, tal y como se muestra en la ilustración. Cuando es luna llena, toda la superficie lunar refleja la luz del Sol.

Esto se debe a que el espejo lunar está hecho de muchos espejos individuales (representados con forma redondeada en la ilustración), es decir, las olas de los mares lunares. Vistas desde la Tierra, las imágenes individuales reflejadas por cada una de olas conforman una imagen uniforme de la luz solar.

Codex Arundel, Arundel MS 263, f.094v (1478–1518) de Leonardo da VinciFuente original: Arundel MS 263

Luz en luna llena y en luna nueva

Aristóteles creía que la Luna era una esfera con una estructura cristalina perfecta y luminosidad propia. Leonardo da Vinci no daba credibilidad a esta teoría y, según él, la Luna no tiene luz propia, sino que es un cuerpo opaco, como la Tierra.

A través de una pequeña ilustración de un huevo, Da Vinci reflexiona sobre la gravedad de la Luna: "Si la yema pesa menos que la clara, la primera debería elevarse por encima de la segunda y adherirse a la cáscara; si pesa más, debería hundirse; y si pesa igual, podría situarse en el medio o por debajo".

Da Vinci tiene otros dibujos donde analiza las diferentes intensidades del brillo de la luna creciente y menguante, en función de los distintos ángulos en los que incide y se refleja la luz.

Codex Arundel, Arundel MS 263, ff.107v-104r (1478–1518) de Leonardo da VinciFuente original: Arundel MS 263

Astronomía

Los dibujos de la mitad superior de este folio representan las olas de los mares lunares que reflejan y amplifican la imagen luminosa del Sol hacia el observador terrestre.

Casi todas las ilustraciones de la mitad inferior contemplan varias posiciones recíprocas de la Luna, el Sol y la Tierra como, por ejemplo, el Sol al oeste de la Tierra, y la Luna al este.

Leonardo da Vinci imaginaba que la Tierra vista desde la Luna presentaría la misma irregularidad que apreciamos en la superficie lunar vista desde la Tierra. Su visión de la reciprocidad de los fenómenos y la estructura entre la Luna y la Tierra es el aspecto más importante de sus investigaciones en este ámbito.

Codex Arundel, Arundel MS 263, ff.174v-175r (1478–1518) de Leonardo da VinciFuente original: Arundel MS 263

Cosmología: las esferas de los elementos y la gravedad

Este esbozo representa las esferas de los elementos de acuerdo con la teoría más aceptada en la época del artista: la Tierra en el centro, después el agua, el aire y el fuego. El pequeño círculo ("o") representa las fuerzas del movimiento y la gravedad.

Codex Arundel, Arundel MS 263, ff.236v-233r (1478–1518) de Leonardo da VinciFuente original: Arundel MS 263

Geología: la macrocirculación del agua por la Tierra

Leonardo da Vinci parte de la analogía entre el macrocosmos y el microcosmos, y la Tierra y el cuerpo humano, para teorizar y convencerse de que el agua recorre la Tierra de la misma manera que la sangre circula por el cuerpo de los animales. El agua de las profundidades marinas penetra en canales subterráneos y, gracias a las altas temperaturas del interior de la Tierra, similar a lo que ocurre en el cuerpo de los animales, asciende hasta los manantiales (representados en el dibujo); estos dan lugar a los ríos, los cuales vuelven a verter agua en los mares.

Codex Arundel, Arundel MS 263, f.149r (1478–1518) de Leonardo da VinciFuente original: Arundel MS 263

La continua metamorfosis de los lechos fluviales. En el nacimiento de los ríos, el curso del agua es constante, pero, a medida que avanza, empieza a serpentear; la acción erosiva del agua en los márgenes y el lecho transfiere materia, crea obstáculos y altera la dirección de la corriente. Esta ilustración, realizada en tiza roja, parece un estudio de la naturaleza.

Codex Arundel, Arundel MS 263, ff.135v-134r (1478–1518) de Leonardo da VinciFuente original: Arundel MS 263

Da Vinci analiza las causas que transforman el curso recto del nacimiento de los ríos en un curso serpenteante a través de continuas metamorfosis. En este dibujo realizado con pluma en su estudio, el artista profundiza en observaciones que ha hecho previamente de la naturaleza.

Codex Arundel, Arundel MS 263, ff.168v-161r (1478–1518) de Leonardo da VinciFuente original: Arundel MS 263

Geología: el agua esculpe la Tierra

Leonardo da Vinci estudia la manera en que el agua esculpe los ríos y los valles por los que discurre.

Su acción erosiva transporta la materia de una orilla y la deposita en la otra. De esta manera, el curso de los ríos varía continuamente, sobre todo cuanto más se aleja de su nacimiento.

Codex Arundel, Arundel MS 263, f.156r (1478–1518) de Leonardo da VinciFuente original: Arundel MS 263

Todo perece

En este fragmento, Leonardo da Vinci reflexiona sobre el descubrimiento del fósil de un pez de gran tamaño. Compara la implacable acción del tiempo, que conduce a la consumación de todo, con la fuerza y la belleza de los seres naturales que desean escapar de este destino.

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