Un paseo por el barrio del MIDE

Por aquí salió huyendo Hernán Cortés con su ejército al ser derrotado por los mexicas durante la “Noche Triste”.

Tacuba ha sido desde el porfiriato la calle de los aromas. Aquí existen muchos negocios dedicados a la venta de esencias. A principios del siglo XX, en el número 71 se inauguró la perfumería Novelty, la primera registrada en México. Venía gente de toda la república y hasta de Estados Unidos a comprar.

Esta perfumería fue fundada en 1936 y, aunque ha tenido varios dueños, conserva su mobiliario y algunos letreros antiguos que le dan un aire de aquella época.

La perfumería más antigua que aún queda, está en el número 13 de un edificio de estilo Art Decó.  

En esta misma calle está el Museo del Perfume. Los muros de esa casona de más de un siglo de historia nos invitan a hacer un recorrido sensorial a través de fragancias de diferentes lugares y épocas.

Gracias a él, los Betlemitas compraron el terreno para ampliar su hospital y la ciudad contó con la primera “estación de bomberos”, porque en su casa se guardaban “cien cubos, cincuenta cubetas, seis escaleras de fierro, doce azadones y dos bombas de agua” para los incendios.

El barrio en donde se encuentra el Museo Interactivo de Economía siempre ha sido famoso por sus tiendas. Cuando la Ciudad de México no era tan grande, todas la personas venían de compras al centro. 

A lo largo de casi 60 años presentó “lo mejor de lo mejor” de la música, la ópera, la danza y el teatro.

En tiempos de Don Porfirio se mandó a demoler este teatro para ampliar la avenida 5 de Mayo y contar con un paso desde la Catedral hasta la Alameda.

Años después se construyó cerca de ahí un nuevo teatro que más tarde se llamó Palacio de Bellas Artes.

El primero de ellos es el Antiguo Palacio de Minería. En la época de la Nueva España aquí estudiaban los futuros ingenieros y especialistas en metalurgia.

Hoy este edificio es patrimonio de la Universidad Nacional Autónoma de México y sede de la Feria Internacional del Libro.

El siguiente palacio es el Palacio Postal. Tiene un reloj monumental cuyas campanas se escuchaban a cuatro kilómetros a la redonda. Abrió sus puertas en 1907 y hasta ahora sigue siendo el edificio central de correos.

También cuenta con un Museo Postal y una biblioteca histórica.

En la entrada principal se encuentran labradas las figuras de dos bueyes que representan el espíritu de sacrificio de todos los que trabajan para el bien de los demás, como los carteros.

Vale la pena darse tiempo para ver sus detalles arquitectónicos.

El último palacio es el antiguo Palacio de las Comunicaciones. Fue construido a principios del siglo XX y llegó a ser uno de los edificios más modernos de su época. 

Actualmente es la sede del Museo Nacional de Arte (MUNAL). Aquí puedes disfrutar obras de grandes artistas mexicanos como Diego Rivera, José Clemente Orozco, María Izquierdo, José María Velasco, Frida Kahlo, entre muchos más. 

Antes de entrar al Museo Nacional de Arte, en la Plaza Manuel Tolsá, se encuentra una estatua conocida como El Caballito. Su jinete representa al mismísimo Rey Carlos IV de España vestido como emperador romano. 

Esta escultura estuvo primero en el Zócalo, después permaneció oculta por 30 años porque las autoridades del México independiente no querían nada que tuviera que ver con la monarquía española. Más tarde la sacaron de su encierro y la colocaron en el cruce de las avenidas Reforma y Paseo de Bucareli.

En 1979 la trasladaron a su espacio actual frente al Palacio de Minería.