La Lechera

The Milkmaid (ca. 1660) de Vermeer, JohannesRijksmuseum

"La lechera" es una de las pinturas más famosas de Vermeer. En esta obra, retrata una vez más una escena de la vida cotidiana. Sin embargo, "La lechera" es diferente a otras pinturas de Vermeer. En lugar de mostrar a una joven elegante y adinerada en un momento de ocio, vemos a una robusta criada trabajando.

La mujer, parada en la cocina, está concentrada mientras vierte leche en un tazón.

A excepción del chorro de leche, todo parece estar completamente quieto. La figura de la mujer es imponente, y su perspectiva ligeramente inferior le otorga un carácter monumental.

La imagen de la cocina es convincente, gracias al sutil uso de la perspectiva y la luz, además de la disposición de los objetos.

La pintura es una de las primeras obras en las que Vermeer retrató una sola figura en un espacio interior. El majestuoso tratamiento que Vermeer hace de este tema mundano convierte a la obra en una pintura excepcional. "La lechera" siempre ha sido muy admirada, como lo demuestra su presencia en varias subastas a lo largo de los siglos.

La lechera

¿Por qué Vermeer pintó a una sirvienta de cocina en su trabajo? ¿Es realmente una escena cotidiana o tiene un significado simbólico más profundo? Hay muchas interpretaciones. Algunos ven a la criada como un paradigma de la precisión y la virtud, debido a su meticulosa concentración en las tareas domésticas.

Otros la ubican en la tradición de pintar criadas de cocina que, a menudo, incluye referencias sugerentes. En todo caso, las criadas y las sirvientas de cocina tenían fama de ser promiscuas.

Sin embargo, esto no coincide con su monumentalidad y el hecho de que parece no ser consciente del espectador.

Estufa de pie

Los estudios realizados con rayos X revelaron que Vermeer inicialmente pintó una cesta llena de ropa, lo que enfatizaba sus tareas domésticas. La estufa de pie, sin embargo, es una referencia más indebida.

Las mujeres solían colgar sus faldas sobre la estufa para calentarse...

...de manera que era considerada un símbolo del deseo ardiente de amor y fidelidad.

La idea parece estar reforzada por las imágenes de Cupido en los azulejos detrás de la estufa. En este caso, el tema podría ser la dedicación de la criada al cuidado de los demás, y no el amor romántico.

Leche

La sirvienta de cocina sostiene cuidadosamente la jarra de loza...

...y vierte un chorro fino de leche en el recipiente.

Es una representación realista, y casi se puede oír la leche que cae en el tazón.

Naturaleza muerta

La gran cantidad de pan en la mesa parece indicar que la sirvienta de cocina está ocupada preparando pan y leche, un plato sencillo que consistía en pan duro y leche. Vermeer pintó majestuosamente las distintas texturas.

No solo el pan grueso y troceado...

...sino también los jarros y el recipiente de loza vidriada.

Vermeer logró dar vida a la luz del sol que se proyecta sobre los objetos. Usó pinceladas y puntos pequeños (una técnica puntillista casi impresionista) para pintar las áreas iluminadas por el sol.

Mangas arremangadas

Las mangas arremangadas de la criada muestran brazos fuertes.

Sus manos son ásperas y están doradas por el trabajo duro...

...aunque la piel que va desde las muñecas hasta el codo es pálida. Esta diferencia en el tono de la piel no era común en los brazos de jóvenes elegantes y refinadas.

Luz del sol

La luz del sol que entra por la ventana crea singulares contrastes de luces y sombras.

La figura de la mujer se destaca contra la pared blanca...

...especialmente el lado que está en la sombra.

Para resaltar su brazo derecho, Vermeer lo pintó sobre un fondo oscuro.

Usó deliberadamente la luz y la sombra para reforzar su composición y posicionar claramente a la mujer en la cocina.

Contorno blanco

Vermeer reforzó aún más el contraste entre luces y sombras al agregar una fina línea blanca al contorno derecho del cuerpo de la criada, que ayuda a distinguirla sutilmente de la pared.

Este contorno blanco parece brindarle un ligero brillo.

Clavo

A primera vista, la pared parece estar completamente vacía. Sin embargo, si prestamos atención, podremos ver que Vermeer agregó varios detalles.

Hay varios agujeros en la pared a la derecha de la cabeza de la criada, donde se quitaron los clavos de manera desprolija, además de presentar todo tipo de irregularidades.

En el espacio superior izquierdo sobre la criada, todavía queda un clavo en la pared.

La sombra que proyecta este clavo no coincide con la luz que entra por la ventana. Esta sombra sugiere una fuente de luz mucho más alta que la ventana a nivel de los ojos. ¿Quizás haya una segunda ventana más alto en la pared?

Pared

Originalmente, Vermeer colocó un objeto rectangular en la pared, quizás un mapa. Posteriormente, decidió quitarlo de la pintura. El vacío que esto creó...

...además de reemplazar la cesta de ropa sucia por una estufa de pie...

...aumenta la sensación de espacio en la habitación y dirige toda la atención a la sirvienta de cocina.

Créditos: reportaje

Esta exhibición forma parte del Proyecto Vermeer de Google.

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En algunos casos, el reportaje destacado es obra de un tercero independiente y no siempre representa los puntos de vista de las instituciones indicadas a continuación, que son las que han proporcionado el contenido.
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