Los arcángeles reconocidos por la Iglesia

La iconografía angélica ha tenido gran importancia dentro del arte cristiano

Archangel MichaelMuseo Santa Clara

Miguel Arcángel: Defensor de la fe

Esta imagen, de autor anónimo, presenta a un joven con armadura, casco terminado en penacho de plumas blancas y rojas y una cruz que sostiene en su mano derecha.

De sus labios sale una inscripción en latín, QVIS CICVD DEVS, que traduce, ‘¿Quién como Dios?’. Ante la rebelión de Lucifer y los ángeles caídos, Miguel Arcángel hace esta pregunta, cuya respuesta, “Nadie como Dios”, denota su decidida fidelidad.

Distanciándose de la iconografía tradicional, en esta pintura no aparece el demonio derrotado a los pies del arcángel, en cambio, san Miguel se representa aquí como defensor de la fe católica, abrazando la cruz, símbolo de Cristo.

Un marcado contrapposto, técnica mediante la cual se establece un contraste armónico entre diferentes partes del cuerpo, en este caso brazos y piernas, define la estructura de la representación, otorgando a la figura una impresión de movimiento.

La oposición cromática entre la armadura gris metálico, el faldón amarillo, la túnica roja que ondea libremente a sus espaldas y el color dorado del fondo, enfatizan el movimiento del ángel.

Este efecto de movimiento también está presente en la composición del rostro, pues la cabeza ligeramente inclinada y la mirada dirigida al espectador dotan a la imagen de un mayor dinamismo y capacidad de influencia sobre quienes la contemplan.

Arcángel san Miguel (Siglo XVII) de AnónimoMuseo Santa Clara

San Miguel Arcángel: Guerrero celeste, protector de las ánimas

Esta representación de san Miguel Arcángel se atribuye al pintor colonial Baltasar Vargas de Figueroa (1629-c. 1667). A diferencia del lienzo anónimo del mismo tema, este arcángel se nos muestra estático y solemne.

El efecto de movimiento está presente solo en la capa roja que cae de sus hombros y en la mano izquierda cuyo delicado gesto entabla una relación con el espectador.

Esta quietud se ve enfatizada mediante el fondo áureo, que permite fijar la mirada en la figura de san Miguel.

Este arcángel se reconoce por su armadura, capa, bastón y espada en el cinto, símbolo de la justicia que habrá de impartir a las ánimas durante el Juicio de Dios. La relación de san Miguel con la muerte ayudaría a entender la presencia de su imagen en la parte más cercana a la cripta donde yacen enterrados los benefactores del convento de Santa Clara: María Arias de Ugarte y Juan de Zapiaín, su esposo.

La presencia de dos pinturas de san Miguel se explicaría también porque desde 1667 existió en Santa Clara una cofradía de doce hombres y doce mujeres dedicados al culto del arcángel, quienes posiblemente comisionaron ambas imágenes. La cofradía, de la mano de su santo protector, tuvo como propósito defender la religión católica en el contexto de la Contrarreforma.

Arcángel San Gabriel (XVIIth century) de AnónimoMuseo Santa Clara

Gabriel Arcángel: Mensajero celestial

Otro de los seres angélicos mayormente conocidos y representados en el arte cristiano es san Gabriel. Una de las menciones más reconocidas a su figura se encuentra en el Evangelio de Lucas, según el cual el arcángel fue enviado por Dios para anunciar a María la concepción de Jesús. Este hecho ha permitido identificar a san Gabriel como mensajero celestial, por lo que se lo representa casi siempre en compañía de la paloma que simboliza al Espíritu Santo.

En el óleo del Museo Santa Clara, se lo representa como un joven de túnica roja con decoraciones plateadas, faldón gris con elementos dorados y una estola cruzada sobre su pecho. Una pequeña corona adorna su cabello.

El cuerpo del ángel está enmarcado en un paisaje genérico que ayuda a concentrar la mirada en el ser celestial.

Entre los arcángeles de la serie, este en particular da una fuerte impresión de movimiento gracias al marcado contrapposto, técnica mediante la que se establece una oposición armónica en la postura de piernas y brazos.

Sobre todo, se enfatizan los gestos de la mano derecha, que delicadamente señala al Espíritu Santo sobre él.

En la mano izquierda sostiene una azucena, símbolo de la virginidad de María.

Arcángel Rafael (XVIIth century) de AnónimoMuseo Santa Clara

Rafael Arcángel: El médico de Dios

Rafael es el último de los tres arcángeles reconocidos por la Iglesia Católica. Mencionado en la historia bíblica del Libro de Tobías, este ángel se le apareció al profeta para informarle que debía atrapar un pez con cuya hiel curaría la ceguera de Sara, su esposa, y que también debía hervir el corazón y el hígado del animal para espantar al demonio que la atormentaba. Esta narración dio lugar a que el símbolo de este arcángel fuera un pescado y un báculo, emblema de la peregrinación que tuvo que hacer Tobías para conseguir el pescado que curaría a su mujer.

El scorzo, técnica visual que genera una sensación de profundidad, dota a este Rafael del Museo Santa Clara de un gran dinamismo. Esta técnica se basa en un particular manejo del cuerpo, que divide la pintura en dos planos.

En el primer plano Rafael es representado con una cota de escamas, sostiene en su mano derecha el animal que lo representa y en la izquierda el báculo.

El segundo, el del fondo, donde está el río, señalado por un puente del que el arcángel habría sacado el pescado

Durante la época Colonial, los lienzos eran muy costosos. Por esto, era muy común reutilizar los antiguos. En esta pintura se evidencia la yuxtaposición de los rostros.

Al igual que la imagen de Gabriel, este arcángel denota movimiento por la posición de sus piernas, la capa roja que ondea tras él y la diagonal que se crea entre la mano izquierda y la derecha, gesto enmarcado por el paisaje y el manto.

Santo ángel de la guarda (Siglo XVII) de AnónimoMuseo Santa Clara

El ángel de la guarda: El puente con Dios

El ángel de la guarda, según la tradición, es el encargado de guiar a su custodiado por el buen camino, para así permitirle llegar más fácilmente al Cielo. Esta misión lo convierte en el puente que une a cada individuo con Dios mediante la oración. Su figura empezó a difundirse a través de tratados morales producidos a lo largo del siglo XVI, que lo relacionaron con una función protectora.

Una mirada inclinada hacia el custodio y el gesto de sus brazos crea una diagonal que comunica a la humanidad, personificada en la figura de un niño orante a sus pies, con lo divino, representado con el color dorado que señala el ángel con su mano izquierda.

Por lo demás, en esta pintura, el ángel guardián sostiene en su mano izquierda un incensario, elemento que en el rito romano cumple una función ritual de purificación.

Estos elementos compositivos dotan al óleo del Museo Santa Clara, de una fuerte impresión de dinamismo.

Arcángel Rafael (XVIIth century) de AnónimoMuseo Santa Clara

Lo Divino

La presencia de la serie de arcángeles nos habla de la vigencia de los ángeles, pues sus figuras, existentes desde tiempo atrás, ocupan un lugar importante en prácticas populares de diversas religiones. Lo mismo que en la Colonia, hoy la presencia de estos seres angélicos no se limita al altar del antiguo templo, sino que también habitan en nuestra imaginación colectiva.

Créditos: reportaje

Dirección: María Constanza Toquica Clavijo
Museología: Manuel Amaya Quintero
Editorial: Tanit Barragán Montilla
Administración de colecciones: Paula Ximena Guzmán López
Curaduría: Anamaría Torres Rodríguez, Diego Felipe López Aguirre
Comunicaciones: Juan Camilo Cárdenas Urrego

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