Gilberto Gil, un orador público nato

Gilberto Gil en la Brazil Conference, en la Universidad de Harvard, Estados Unidos, en 2004, cuando habló con los estudiantes y actuó con el guitarrista Yamandú Costa y la cantante Laura Rizzotto

Los viajes a varios países hicieron de Gil un ejemplo de la pluralidad por la que aboga. Como embajador cultural de su país en todo el mundo, se convirtió en un símbolo de respeto por las diversas razas del planeta. Al igual que en sus canciones, sus discursos mencionan la riqueza de Brasil.

Sus textos mencionan la región costera donde nació, recuerdan la jungla de asfalto de São Paulo o cuando usaba el transporte público en Río de Janeiro, hablan de la sabana del Cerrado, valoran el color amazónico "idóneo" y hacen pausas introspectivas como las personas del sur del país.

Como portavoz de la cultura, en 2005 tuvo una función clave en la creación de una convención internacional que trató de asegurar que los países tuvieran la libertad de articular sus políticas culturales.

Las políticas de Gil tuvieron en cuenta el respeto por las diferencias y el diálogo entre culturas a través de la protección de la pluralidad de orígenes y lenguas. En la imagen, se observa una reunión con el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan (1997-2006), premio Nobel de la Paz en 2001

Afirmó que, contrariamente a una imposición cultural que hace las cosas homogéneas, debemos valorar las creaciones de personas de países no hegemónicos.

Cuando, en 2004, pronunció un discurso por la paz en la sede de la ONU en Ginebra, Suiza, en memoria de las víctimas de un ataque en la sede de la ONU en Bagdad, Irak, destacó la función de la diversidad cultural en la prevención y mediación de conflictos. Foto en un evento de ese mismo año.

Durante un discurso que dio en la sede del IADB, en Washington en 2003, reflexionó sobre los peligros de la simplificación en un mundo que es múltiple por naturaleza, y destacó el poder inconmensurable de la "usina de signos de cada comunidad y de todas las naciones", por medio de su base cultural.

La lucha por una distribución más flexible de las obras artísticas y el software libre posicionó al músico como un defensor internacional de los derechos de artistas, productores culturales y ciudadanos comunes en relación con las nuevas tecnologías de los medios.

En su opinión, una sociedad de la información solidaria incluye plataformas de Internet y prácticas digitales de código abierto, con herramientas multimedia gratuitas para la comunicación inclusiva. En la foto, se lo ve con el programador Tim Berners-Lee en la Campus Party 2009, un evento de tecnología.

En sus numerosos debates y coloquios, alentó la circulación del conocimiento por oposición al orden mundial caracterizado por la concentración, en muy pocas manos, de recursos económicos, financieros y tecnológicos.

Una nación reconocida por su tranquilidad y cordialidad sumada a un músico de la magnitud de Gilberto Gil abrieron camino para que Brasil hiciera historia. La participación creativa del compositor y orador trajo no solo la música del Brasil al mundo, sino también su alma y su riqueza.

Como concejal o ministro, pasó por sesiones plenarias y movimientos que buscaban la unificación de la palabra y acción de la sociedad y las entidades federativas en la gestión de las políticas culturales.

Este hombre de su tiempo habla de la importancia de un país más justo para que Brasil pueda posicionarse internacionalmente; considera que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación son herramientas fundamentales para el desarrollo económico y social.

Mediante el cuidado del patrimonio cultural en su aspecto intangible y material, vio el poder de la cultura como un medio de inclusión. Impulsó la autonomía del país para la generación de políticas que protejan los valores nacionales y las identidades culturales, mediante la vinculación de la ciencia, el arte y la economía.

Brasil es la cuna del arte del encuentro, la resistencia cultural y la fraternidad. Valoró las cualidades nacionales cuando situó la Copa Mundial Alemania 2006 dentro de un programa cultural que mezclaba el deporte británico y el ritmo brasileño, creada con la participación de pueblos originarios, negros y europeos.