Museo de Huesca
Museo de Huesca
Figura femenina (100 - 300) de DesconocidoMuseo de Huesca
Reina, mártir, madre o esposa; el papel de la mujer a lo largo de la historia ha sido muy amplio. Eclipsada por el varón en muchas ocasiones, no cabe duda de su importancia en el curso de la historia.
El Museo de Huesca le dedicó esta exposición realizada a partir de los fondos de sus colecciones, tanto religiosos como profanos, para celebrar el Día Internacional de la Mujer del año 2014.
La Anunciación (1515 - 1519) de Maestro de SijenaMuseo de Huesca
Encargada de una misión divina
Para la religión católica, María, madre de Jesucristo, es una figura de culto. Todo lo que la rodea es mística pura: desde su concepción libre del pecado original, su embarazo siendo virgen, hasta la relación con su propio hijo.
La gran obra de María es ser madre de Jesucristo, criar al hijo de Dios y ser testigo de todos sus pasos. La Virgen es una de las figuras capitales del catolicismo, centro de fe y objeto de devoción que se materializa en la fundación de instituciones, iglesias y oratorios, así como protagonista de oraciones y celebraciones.
Sagrada Familia con San Juan Bautista niño (c. 1600) de Escuela napolitanaMuseo de Huesca
Madre
El cuidado de los hijos ha sido históricamente el papel fundamental de la mujer. La cría y la atención a los pequeños, la educación y el seguimiento durante toda la vida.
La mujer como madre se consagra con una importancia clave desde la prehistoria; imágenes femeninas e ídolos de fertilidad están presentes durante toda la historia. En la religión cristiana, la figura de la madre de Jesucristo es fundamental y se manifiesta constantemente en pinturas, esculturas y relieves.
La Visitación (1515 - 1519) de Maestro de SijenaMuseo de Huesca
Compañera
La mujer ha sido la eterna compañera, destacando constantemente por su fidelidad y entrega, no solo como esposa, sino también como amiga, seguidora y discípula.
La Visitación del Maestro de Sijena narra el momento en que María, después del episodio de la Anunciación, saluda a su pariente Isabel.
Este encuentro es recurrente en la iconografía cristiana. En el momento de la Anunciación, el ángel le dice a María que también su prima estéril ha sido fecundada por obra de Dios en la vejez. El modo milagroso de este hecho cobra tanta importancia como el hijo de Isabel, que será Juan el Bautista: el encargado de bautizar a Jesucristo, profeta y precursor de este último.
Santa María Magdalena (c. 1475 - 1490) de Martín Bernat y Miguel JiménezMuseo de Huesca
Santa María Magdalena es la discípula por excelencia.
Al margen de las suposiciones sobre un pasado en el que ejerciera la prostitución o sobre una supuesta unión con su maestro, María Magdalena se convierte en una de las más fieles seguidoras de Jesucristo.
Será ella la única mujer que comparta las enseñanzas de su maestro junto a los discípulos, así como la elegida para ser testigo de su resurrección.
Santa Quiteria (c. 1475 - 1490) de Martín Bernat y Miguel JiménezMuseo de Huesca
Mártir
Santas y mártires protagonizan el arte y la iconografía cristiana. Mujeres que practicaban la fe cristiana y que por sus actividades fueron perseguidas y martirizadas. Algunas de ellas de familia noble, otras de origen modesto, mujeres místicas e incluso fundadoras de órdenes religiosas. Se les representa con los elementos de su martirio y aparecen como imágenes devocionales.
Santa Quiteria fue perseguida junto a sus ocho hermanas después de haber sido repudiadas por sus padres romanos y educadas por cristianos.
Santa Lucía (1600 - 1633) de Vicente CarduchoMuseo de Huesca
Santa Lucía, también acusada por ser cristiana, se convierte en objeto de culto debido a su martirio, en el que le sacaron los ojos y milagrosamente podía ver.
Santa Teresa de Jesús (1665) de Vicente BerdusánMuseo de Huesca
Santa Teresa, mística, escritora y fundadora de la Orden de Carmelitas.
María Luisa de Parma (Retrato de una princesa) (1765) de DesconocidoMuseo de Huesca
Reina
No solo como consorte, sino también como reina, la mujer ha tenido un papel incuestionable en la realeza.
Esposa de Carlos IV, la reina María Luisa de Parma causó enorme intriga ya en su época. Contrajo matrimonio en 1765, se convirtió en reina consorte en 1788 y junto a su esposo formaría una familia numerosa.
María Luisa pasaría a la historia por su enemistad con gran parte de la Corte y, muy especialmente, por su relación con Godoy, que alcanzaría un gran poder político por su influencia sobre la reina y, en consecuencia, sobre el rey.
Cleopatra (1600 - 1699) de DesconocidoMuseo de Huesca
Enigmática e inteligente, Cleopatra, reina de Egipto, ha pasado a la historia por su poder y su relación con Julio César y Marco Antonio. Tomó decisiones políticas para evitar el conflicto entre Egipto y Roma, marcando el final del periodo helenístico de Egipto. Su figura ha dado lugar a innumerables obras literarias y artísticas dedicadas a su persona.
Sin duda, una de las mujeres que más interés ha suscitado con el paso del tiempo.
Paula Melzi de Eril (c. 1770 - 1775) de Francisco Bayeu y SubíasMuseo de Huesca
Noble
La nobleza ha constituido una clase social que, en España, alcanzó su esplendor a partir del siglo XVIII.
Paula Melzi de Eril es la dama noble por excelencia: cultivada, de gran belleza y elegancia. A su origen italiano se debe llamarla “El Sol de Milán”.
Contrajo matrimonio con Juan Felipe de Rebolledo Palafox, marqués de Lazán, y fue dama de compañía de María Luisa de Parma.
Minerva y Sertorio (1768) de Juan Andrés MerkleinMuseo de Huesca
Diosa
En la mitología romana, las diosas alcanzan el mismo poder e importancia que los dioses. Al igual que ellos, estas mujeres tendrán descendientes con mortales, disputas con sus iguales y atribuciones particulares.
Minerva, Venus o Juno son diosas romanas con gran peso e influencia en la cultura clásica.
Minerva es la diosa de la sabiduría, las artes y la guerra. El lienzo de Merklein es una alegoría en la que la diosa muestra el plano de la Universidad de Huesca al general Sertorio, que fundó una escuela en la ciudad para instruir en letras griegas y romanas a los hijos de sus aliados.
Retrato de Concha Monrás (1934) de Ramón Acín AquiluéMuseo de Huesca
La musa del artista
La esposa, la musa. La mujer del artista se convierte en motivo de inspiración, objeto de culto y confidente de muchos artistas.
El paradigma de esta relación es, sin duda, Gala, la esposa de Dalí. Se casan en 1929 y no se separan hasta su muerte: “Estaba destinada a ser mi Gradiva, la que avanza, mi victoria, mi esposa”, dice Dalí. Fruto de esta relación serán los numerosos retratos que realiza a lo largo de toda su vida un artista estrechamente vinculado a su mujer.
La musa en el Museo de Huesca es Concha Monrás, esposa del artista oscense Ramón Acín; mujer de buen temperamento, culta e inteligente.
Ambos crearían una familia cuya unión se vio truncada con la llegada de la Guerra Civil y el fusilamiento de los dos por sus ideas anarquistas. Concha no solo fue su esposa, sino también su compañera, además de musa y fuente de inspiración.
Museo de Huesca, Gobierno de Aragón.