Carta a Ludovico Sforza

La famosa carta dirigida a Ludovico Sforza se ha considerado universalmente como un escrito en el que Da Vinci ofrece sus numerosos conocimientos, especialmente de técnica e ingeniería, al duque de Milán, nada más llegar el maestro a la región de Lombardía hacia el 1482-1483. 

Para solicitar la inmensa ambición política de Ludovico, el Maestro se presentó primero como un experto ingeniero militar, capaz de diseñar armas temibles e innovadoras, describiendo sus dotes artísticas sólo en la parte final de la misiva.

Consciente de las limitaciones de su letra, hizo transcribir el texto a un copista profesional. El papel que se muestra aquí es un borrador y no sabemos si se llegó a entregar una versión definitiva al Señor de Milán.

El texto, que se divide en diez puntos o párrafos, parece un índice de los temas de estudio incluidos en los manuscritos más antiguos del artista.

Cada uno de los diez párrafos hace alusión a temas de las artes militares, máquinas de asedio o defensa, y trabajos de ingeniería, mecánica e hidráulica, entre muchos otros, que aparecen en el siguiente orden: 
1, puentes; 
2, desviaciones del curso del agua;

3, destrucción de fortalezas; 
4, armas (similares a morteros) para lanzar piedras;

5, herramientas para defender o destruir canales; 
6, métodos para excavar túneles;

7, vehículos cubiertos; 
8, métodos de bombardeo, morteros y culebrinas;

9, tipos de manganas y catapultas; 
10, trabajos de arquitectura e hidráulica, trabajos en mármol, bronce y arcilla, y obras pictóricas.

La mención final a las obras pictóricas y también al monumento ecuestre en honor a Francesco Sforza parece haberse incluido más bien para satisfacer la vanidad del duque que para obtener resultados prácticos.

Se cree que, con la alusión a sus demás talentos, Da Vinci intentó impresionar a su potencial benefactor con todas las increíbles máquinas que había ideado, así como satisfacer la enorme ambición política y militar de Ludovico Sforza.