La asunción de la Virgen María

Breve recorrido por algunos detalles de la pintura

La Asunción de la Virgen María (Siglo XVII) de AnónimoMuseo Santa Clara

La creencia en la asunción de la Virgen María fue una de las que mayores controversias causó en la Iglesia católica tras el Concilio de Trento (1545-1563). Dio sustento a los desacuerdos el que la muerte de María, igual que varias escenas de su vida, no está referenciada en la Biblia, aunque sí se menciona en el Liber de Transitu Virginis, texto latino del siglo II.

Según el Liber, los apóstoles y algunas mujeres devotas fueron testigos de cómo, tres días después de su entierro, el cuerpo de la Virgen fue conducido al cielo por ángeles. En esta obra, sin embargo, no solo se representa la asunción, sino también el momento en que María es recibida en el cielo.

Un grupo de hombres y mujeres rodean el sepulcro de la Virgen, en el que apenas queda el sudario y sobre él, algunas flores. Mayores en número, sobresalen en el grupo los doce apóstoles, a quienes vemos conmovidos por el suceso que presencian.

Pese a que la ausencia de atributos iconográficos hace difícil identificar a cada apóstol, reconocemos en el grupo un único rostro joven, que podemos asociar a Juan. De pie en la esquina derecha de la composición, este apóstol sostiene una esquina del sudario.

Tres mujeres arrodilladas frente al sepulcro, cada una con gestos muy distintos, completan el grupo. Su identidad no se ha esclarecido. Algunos textos las asocian con unas viudas o doncellas que acompañaron a María en sus últimos años.

La figura de la Virgen se ubica en el centro de la composición. Una túnica blanca y un manto azul visten su cuerpo, elevado al cielo por ángeles y querubines que sobresalen de las nubes. Uno de ellos corona con flores su cabeza.

Los elementos descritos hasta el momento fueron recurrentes en la iconografía de la asunción, que se fijó en el siglo XV.

Sin embargo, en la esquina superior derecha de esta obra del Museo Santa Clara se observa una figura poco común en las representaciones de esta escena mariológica: Cristo. Con sus brazos abiertos y cubierto por un manto rojo, que simboliza la Pasión, el Hijo recibe a la Virgen en cuerpo y alma en el cielo. 

La presencia de Cristo nos refiere a una segunda escena: la del recibimiento de María en el entorno celestial, cuya representación fue escasa en el arte colonial neogranadino. 

A pesar de que el dogma de la asunción de María se instauró de manera oficial hasta 1950, con el papa Pio XII, este acontecimiento solía celebrarse como parte del calendario litúrgico desde el siglo VI. En España, así como en Colombia y otros territorios que fueron antiguas colonias hispánicas, este evento religioso sigue siendo una festividad importante para algunos creyentes y se lleva a cabo el día 15 de agosto de cada año.

Créditos: Historia

Dirección 
María Constanza Toquica Clavijo
 
Museología 
Manuel Amaya Quintero
 
Curaduría 
Anamaría Torres Rodríguez
María Isabel Téllez Colmenares
 
Administración de colecciones 
Paula Ximena Guzmán López
 
Editorial
Tanit Barragán Montilla
 
Divulgación y prensa

Valentina Bastidas Cano

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