La vida y obra de Molière

Editorial Feature

De Google Arts & Culture

Bust of Molière de Jean Antoine Houdon

La Comédie-Française explica por qué el dramaturgo y actor es considerado el padre de la comedia moderna en Francia

Jean-Baptiste Poquelin (1622–1673), más conocido por su nombre artístico, Molière, fue un poeta, dramaturgo y actor francés. Se considera uno de los escritores más importantes de la literatura francesa.

El dramaturgo nació en una familia acaudalada de tapiceros parisinos. Su abuelo, Louis Cressé, lo llevaba a ver las obras de teatro del Hôtel de Bourgogne, donde actuó el primer grupo teatral autorizado de París. Allí Molière pudo ver a algunos de los mejores actores de la época, como Gros-Guillaume, Gaultier-Garguille y Turlupin.

Cuando tenía 13 años, Molière se matriculó en el prestigioso Collège de Clermont (actualmente denominado "Lycée Louis-le-Grand"), gestionado por los jesuitas. Allí estudió hasta 1641. Aunque se respiraba un ambiente académico estricto, su interés por el teatro y la interpretación le llevó a subir a un escenario por primera vez.

Al terminar sus estudios en el Collège de Clermont, Molière empezó a trabajar como "valet de chambre ordinaire et tapissier du Roi" (es decir, ayuda de cámara ordinario y tapicero del rey), el mismo oficio que había tenido su padre. Para desempeñar este cargo, que se pagaba con 300 libras al año y permitía acceder a varios contratos lucrativos en la corte real, era necesario haber trabajado durante tres meses. Al mismo tiempo, Molière estudió la carrera de abogado provincial en Orléans, pero se desconoce si llegó a obtener el título.

Busto de Molière hecho por Jean Antoine Houdon, ©A. Dequier, colección de la Comédie-Française

Con los contactos que hizo durante sus estudios y la facilidad que tenía para relacionarse con la nobleza, parecía que Molière estaba destinado trabajar como abogado. No obstante, en 1643, cuando solo tenía 21 años, Molière decidió cambiar la vida que llevaba por los escenarios. Dejó a su padre y fundó el grupo teatral Illustre Théâtre junto a la actriz Madeleine Béjart. Más adelante, se unieron a ellos el hermano y la hermana de Madeleine.

Dos años después, el grupo cayó en bancarrota debido al coste del alquiler del teatro y se deshizo. Molière pasó 24 horas en prisión por las deudas, pero nunca se supo si llegaron a saldarse. Al salir de la cárcel, Molière huyó a París con Madeleine y viajó por las provincias de Francia.

Durante esta etapa, que duró 13 años, Molière se unió a la compañía del actor francés Charles Dufresne y después creó su propio grupo teatral. A diferencia de otros actores, Molière llevaba una vida acomodada, en parte gracias al mecenazgo de Philippe I, duque de Orléans y hermano del rey. Desde 1645 hasta 1658, su grupo teatral atravesó Francia. En 1655, Molière escribió e interpretó en Lyon su primera comedia teatral, L’Étourdi ou les Contretemps (El atolondrado o los contratiempos).

Engraving of Madeleine Béjart de Hillemacher

Grabado de Madeleine Béjart hecho por Hillemacher, ©colección de la Comédie-Française)

En 1658, Molière volvió a París e intentó marcar un antes y un después en el teatro de la ciudad. El dramaturgo actuó ante el rey en el Louvre (que se podía alquilar como teatro en aquella época). Primero se representó la tragedia Nicomède (Nicomedes), de Pierre Corneille, y después la farsa Le Docteur Amoureux (El doctor enamorado). La crítica fue favorable y el grupo de Molière recibió el título "Troupe de Monsieur" (en el que "Monsieur" hace referencia a su valedor, Philippe I). Con la ayuda de Monsieur, la compañía de Molière pudo compartir el teatro de la gran sala del Petit-Bourbon con la famosa compañía de la commedia dell’arte italiana de Tiberio Fiorillo. Los dos grupos teatrales actuaban en este teatro en noches distintas.

Les Précieuses Ridicules (Las preciosas ridículas) es una de las obras de teatro más famosas de Molière desde que se estrenó el 18 de noviembre de 1659 en el Petit-Bourbon. Fue el primero de sus muchos intentos de satirizar ciertos modales y la falta de naturalidad, muy comunes en la Francia de aquella época.

Aunque Molière tenía predilección por las tragedias, se hizo famoso por sus comedias y sus farsas. Les Précieuses Ridicules hizo que Molière llamase la atención y recibiese muchas críticas, pero no fue un gran éxito. Para resarcirse, le pidió a Fiorilli que le enseñase las técnicas de la commedia dell'arte. Su obra Sganarelle, ou Le Cocu imaginaire (Sganarelle o el cornudo imaginario), de 1660, se considera un homenaje a la commedia dell'arte y a su maestro.

Molière at the table of Louis XIV (I 169) de Jean Auguste Dominique Ingres

Molière en la mesa de Louis XIV, creado por Jean Auguste Dominique Ingres en 1857, ©A. Dequier, colección de la Comédie-Française

En 1660, el Petit-Bourbon se demolió para hacer la ampliación oriental del Louvre, pero la compañía de Molière pudo trasladarse al teatro abandonado del ala este del Palais-Royal, donde siguió escribiendo e interpretando comedias para el público francés.

En los siguientes años, Molière dejó su impronta en el teatro parisino con varias obras que introdujeron grandes innovaciones. Por ejemplo, en 1661 creó un nuevo género, la comedia-ballet, con Les Fâcheux (Los inoportunos). Estos ballets, que mezclaban danza e interpretación, surgieron accidentalmente cuando Molière recibió el encargo de trabajar en una obra teatral y en un ballet para homenajear a Louis XIV, ya que no había personal suficiente para actuar en dos obras. Es importante tener en cuenta que su obra no siempre se consideró tan buena como actualmente. Por ejemplo, Tartuffe (Tartufo), de 1664, escandalizó al clero, que se opuso al sarcasmo con el que Molière atacaba su hipocresía y vetó esta obra durante cinco años. Además, acosó a su autor durante buena parte del resto de su vida.

Aunque no le importaba herir la sensibilidad del clero, Molière siempre evitó criticar a la monarquía, ya que así podría seguir escribiendo y actuando. De hecho, se convirtió en uno de los favoritos del rey y consiguió que lo protegiese de los ataques de la Iglesia.

Portrait de Molière en César dans la Mort de Pompée de Pierre Corneille (1658) de Nicolas Mignard

Retrato de Molière caracterizado como César en La Mort de Pompée (La muerte de Pompeyo), creado por Pierre Corneille Nicolas Mignard en 1658 (I 260), ©P. Lorette, colección de la Comédie-Française

Durante los últimos años de su vida, Molière siguió escribiendo e interpretando sus mejores obras, como Le Misanthrope (El misántropo), de 1666, que no fue muy apreciada en aquella época; Le médecin malgré lui (El médico a palos), del mismo año; y Les Femmes savantes (Las mujeres sabias), de 1672. No obstante, su última obra y actuación fueron las más memorables.

Molière padecía tuberculosis, y en 1673 se desplomó debido a un ataque de tos y a una hemorragia mientras actuaba en la última obra que había escrito, que era, curiosamente, Le Malade imaginaire (El enfermo imaginario). No obstante, Molière insistió en terminar la actuación. Después se desplomó por segunda vez debido a una hemorragia más grande, y unas horas más tarde falleció en su casa. Murió sin recibir la extremaunción, ya que dos sacerdotes se negaron a ir a su casa y un tercero llegó demasiado tarde.

En aquella época, la legislación francesa prohibía enterrar a los actores en los cementerios. No obstante, la viuda de Molière, Armande, le preguntó al rey si le concedía un funeral normal por la noche. El rey accedió, por lo que el cuerpo de Molière se enterró en la parte del cementerio reservada para los niños sin bautizar.

The seat from Molière's last performance

Silla de la última actuación de Molière en Le Malade imaginaire, ©C. Angelini, colección de la Comédie-Française

Aunque Molière ya no puede participar físicamente en el mundo del teatro, su leyenda pervive gracias a la Comédie-Française (comedia francesa). Esta compañía surgió en 1680, cuando Louis XIV ordenó crear el grupo de teatro oficial del reyuniendo la antigua compañía de Molière, que actuaba en el Hôtel Guénégaud, con su grupo rival, que actuaba en el Hôtel de Bourgogne. En 1681, los actores de esta nueva compañía firmaron un acta para constituirse como asociación, y el rey les pagó subsidio anual a partir de 1682. Aparte de este apoyo de la realeza, también contaron con un referente espiritual y artístico: Molière.

Para la Comédie-Française, Molière encarnaba la esencia del teatro. Además, fue una figura clave en el arte y la sociedad de aquella época. Actualmente, la Comédie-Française se encuentra en el número 1 de la Place Colette de París, donde todavía interpreta las obras de Molière. Este grupo de teatro homenajea a Molière cada 15 de enero, fecha en que se bautizó.

Molière se considera el creador de la comedia francesa moderna. Sus obras todavía se estudian, interpretan y homenajean en la actualidad, lo que demuestra que cambiaron para siempre el teatro francés.

Engraving of Molière de Frédéric-Désiré Hillemacher

Grabado de Molière creado por Frédéric-Désiré Hillemacher, ©colección de la Comédie-Française

Richelieu room of La Comédie française

Sala Richelieu de la Comédie-Française, ©C. Mirco Magliocca, colección de la Comédie-Française

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