La Segunda Ley de la Termodinámica explica como todo en el universo tiende a aumentar su entropía, es decir que todo sistema aislado busca siempre equilibrarse. Si bien todo termina disgregándose, un agujero negro tiene la cualidad contraria: la de acumular. Este posee una gran cantidad de masa, de manera tal que nada, ni siquiera la luz puede escaparse de su poder de atracción, permitiéndole romper el principio entrópico que regula los sistemas. PANA (Pequeño Agujero Negro Autoportante) representa este fenómeno astronómico en pequeña escala, maniobrable y transportable. Suscitando la fantasía de su posible dominación por diferentes personajes dispuestos a emplazarlo y manipularlo en diversos entornos naturales. Si el paisaje tiende a su repetición constante, PANA desafía ese equilibrio y lo descompone implantándose como una irrupción en este, una discontinuidad que impone su fuerza de atracción, que no es otra cosa que su tenaz intención de ser el punto focal de la percepción.
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