Incendio en una villa con campesinos que atraviesan el puente

Esta escena nocturna se ilumina por el fuego. Si bien en 2004 se vendió con la atribución a Louis-Nicolas van Blarenberghe, el nacimiento del pintor se registra en 1716, por lo que la cifra «1697» en la esquina superior derecha, nos lleva a otro miembro de la célebre dinastía de artistas. Hasta el momento desconocemos al autor, pero la calidad y el dominio en la aplicación del gouache, lo hacen un maestro extraordinario que signó la obra con las iniciales «D.V.B». Aunque no conocemos miembros de la familia Van Blarenberghe anteriores al siglo XVIII, bien puede tratarse de un digno antecesor.
Pocos personajes habitan la obra. Cerca del siniestro, se aglomeran las personas. Pese a que el río está cerca, sólo algunos llevan cubos de agua. Este tipo de representaciones imitaban los famosos incendios londinenses. La tranquilidad que muestran los animales y las actitudes de aquellos que cruzan el puente, nos hace pensar en que la obra no es un registro histórico de un incendio, sino que a la manera de un capricho, la «invención» de un fuego le permitiría al maestro explorar la intensificación del color.