Chapultepec quiere decir «en el cerro del chapulín», nombre náhuatl del insecto americano también llamado langosta. Observatorio que registra y mide el tiempo; lugar de entierro y sacrificio; punto estratégico de batallas militares: la ocupación mexica, reunión de las huestes de Hernán Cortés durante el sitio a la ciudad imperial de Tenochtitlan, o la dolorosa ocupación estadounidense de 1847.
En la parte inferior se aprecia el lago bajo donde se distinguen siete vacas en una interesante perspectiva; en el plano superior sobresale un imponente ahuehuete, cuyo nombre viene de atl, agua y huehe, viejo.
El gran bosque data del 2 300 a. C., y para la primera mitad del siglo XV Nezahualcóyotl, el gran tlatoani de Tetzcuco, ordenó plantar un camino de ahuehuetes como ofrenda a Huehuetéotl «el dios viejo y señor del fuego». El árbol de Velasco toma el agua del manantial mesoamericano; su corteza, cual acueducto novohispano, la eleva hacia una próspera tierra mexicana.
Aunque no está presente en la obra, es probable que haya sido pintado desde la parte posterior del castillo, que construido sobre lo que inicialmente fuera un teocalli y más tarde la iglesia del Espíritu Santo, sería la residencia oficial desde el gobierno de Miguel Miramón.