Cuenco

Cuenco hemiesférico de vidrio, de pared convexa y decorada, base circular y fondo plano, boca ligeramente exvasada y labio redondeado. Se conserva el fragmento original, de color monócromo melado traslúcido, que ha dado lugar a la reconstrucción de la pieza completa realizada en metacrilato opaco.

Se trataría de un cuenco de los denominados "de costillas" debido a su decoración de nervios (de los que esta pieza conserva tres) que arrancan cerca de la base y finalizan por debajo de la boca. Estas costillas, de relieve pronunciado, se disponen en decoración gallonada, se distribuyen radialmente de manera equidistante alrededor de la pared del cuenco y aumentan su grosor desde la base hacia la boca del mismo. En el interior se pueden observar las dobles acanaladuras concéntricas derivadas del proceso de elaboración de la pieza a molde.

Los cuencos de vidrio de costillas imitan modelos metálicos y son tipos muy característicos del siglo I d.C., fabricándose al principio en vidrio mosaico (varios colores) y posteriormente en vidrio monocromo. Esta decoración a costillas se obtiene directamente cuando para la elaboración de la pieza se utiliza un molde, bien sea fabricado con la técnica del presionado-modelado o mediante el soplado en molde.

La pieza aquí expuesta puede clasificarse dentro del tipo Isings 3, forma 68 Morín-Jean. Por el tipo de perfil del recicpiente y la forma de sus costillas puede catalogarse como Isings 3a.

La longitud de las costillas se ha considerado como un indicador cronológico; en este sentido, aquellos ejemplares que llevan sus nervaciones desde cerca de la boca hasta el fondo resultan frecuentes en época de Claudio-Nerón y continúan hasta las Flavios, comenzando entonces un declive que da lugar a que en el siglo II d.C. los testimonios de este cuenco sean muy escasos. En el Valle del Ebro la producción de vidrio moldeado comienza en la primera mitad del siglo I.d.C., siendo precisamente el tipo más habitual el cuenco de costillas.