“Buenos Aires no existe” es una instalación basada en la investigación y producción de imágenes, cianotipos y fotografías de archivo en relación a los primeros entubamientos de arroyos de la Ciudad de Buenos Aires en los años 30s. Las fotografías atemporales y suspendidas activan su memoria desde el agua en diálogo con el archivo que revela la Ciudad desde sus entrañas. Las figuras humanas son borradas y se diseñan en formato de postal, como analogía a las postales de paisajes con las que se construyó el imaginario nacional de la primera mitad del siglo XX. La instalación propone un espejo de agua, un juego de vistas de la Ciudad desde arriba y desde abajo como posible metáfora del paisaje -invisible pero no por ello en falta- a fin de problematizar las relaciones o vínculos posibles entre la ciudad, su tecnología y naturaleza, indagar en las materialidades y temporalidades de la fotografía y archivo(s) más allá de la representación, en diálogo y tensión con las estéticas e imaginarios del progreso.