Camino con pirules

Eugenio Landesio fue uno de los profesores más queridos de la Academia de San Carlos de México. Los alumnos que formó Landesio, además de José María Velasco, fueron Luis Coto, Salvador Murillo, José Jiménez, Gregorio Dumaine, Adolfo Tenorio, Jesús Cajide y Agustín Ilizaliturri, entre otros.
La escuela de paisaje será para fines del siglo XIX, la vertiente más destacada de la producción artística nacional. Cuando en 1872 se realizó un catálogo con el contenido de las obras artísticas de la ahora Escuela Nacional de Bellas Artes, en la Galería de Pintura Moderna Mexicana se exhibieron 78 cuadros de este género; la mayoría de ellos obras de los discípulos de Landesio, incluida una de las Vista del Valle de México de Velasco.
Escribe Eduardo Báez: el paisaje de Landesio es el paisaje poético y académico, de visiones tranquilas y plácidas que mueven a la contemplación activa y a la nostalgia. Todo paisaje es histórico, se dice, y así son los suyos como también serían los de su discípulo Velasco: tiempo capturado para la memoria. Los paisajes que pintó en Italia y trajo a México son de gran clasicismo. Museo Soumaya exhibe dos piezas de este periodo, del mismo nombre: Paisaje pastoril, ambas fechadas hacia 1820. Landesio fue un gran admirador de la naturaleza. Los cuadros que pintará en México tienen un sabor a realismo con toques costumbristas. Es lo que vemos precisamente en Camino con pirules. Una acotada perspectiva nos dirige por una calle hacia lo que se aprecia un caserío humilde. Como protagonistas del lienzo, árboles de grandes raíces y ramajes abundantes guarecen el camino. Pirules de sinuosos troncos, cortezas resquebrajadas y ramas colgantes. El pasaje está desierto. Ha llovido.