Cera de Agnus Dei, obra bendecida por el pontificado de Benedicto XIV

Las reliquias se pueden clasificar en la que llamamos directas, que son los restos orgánicos del personaje santo, incluyendo a veces uñas y cabellos. Otras veces se colocan fragmentos de los hábitos, escapularios, sandalias, pañuelos y otras cosas que con el uso tocaron con frecuencia el cuerpo de los santos, y por lo tanto se impregnaron de ellos, diríamos que son reliquias directas secundarias. Otro tipo son los objetos que fueron tocados a los restos del santo, por ejemplo tela con que se limpiaron los huesos al ser exhumados o que se colocó sobre los restos originales, transmitiendo los efectos santos al lienzo. Se consideran también reliquias, aunque de efectos no directos sino simbólicos los objetos que provienen de algún lugar considerado santo; ejemplo de ellos son la piedra de la cárcel de Mamertina, donde estuvo prisionero san Pedro o una hoja del Huerto de los Olivos y la tierra de Jerusalén.

El Agnus Dei es un medallón de cera en forma oval, con un relieve del Cordero de Dios y de los santos.
Agnus Dei, de cera blanca mezclada con agua bendita, consagrado y por eso en la fe de los creyentes, protector de enfermedades, males y tormentas: “Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo”. Museo Soumaya cuenta en su acervo con una espléndida colección de ceras Agnus, completo muestrario de las que circularon y adornaron los templos durante el periodo virreinal y del siglo XIX. Por su significado y carácter devocional, ante todo son una inagotable veta para aquellos que se quieran acercar al estudio de la historia de las mentalidades, del arte, de la vida cotidiana y aún de la antropología, pues la religión católica nos hereda los Agnus Dei un culto ahora olvidado. Cuando se asocian a reliquias, –aunque los anticuarios buscan más el receptáculo o relicario –, para la Iglesia Católica este objeto consagrado conserva su importancia devocional.

Los atributos del Agnus Dei son: la cruz que indica que fue al altar de inmolación (o ara crucis) y el estandarte, porque resucitó triunfante vencedor de la muerte y del infierno, y siempre sobre el libro misterioso de los Siete Sellos que sólo él puede abrir; cuando se le representa recostado significa sacrificio y expiación de los pecados del hombre entre nubes. El cordero de pie con estandarte significa vencedor, es decir la victoria sobre la muerte, y está la cruz, que es más grande que la de los corderos echados, en ese caso es más parecida a la de la cruz de procesión de la Alta Edad Media o a la férula papal.

Imágenes de la madre de Dios tienen un lugar especial en el acervo de Museo Soumaya, sobresale esta cera con la Virgen de Guadalupe puesto que fue una de las pocas autorizadas para imprimirse con el Agnus.

Inscripciones: «ECCE AGNVS [DEI] QVITOL P M [He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo/ Pontífice Máximo]», alrededor del Cordero de Dios; «VS VA[ilegible]/ [ilegible] XIV», debajo del libro de Dios, en el anverso. «V DE GVADALVPE MEXICANA•• [Virgen de Guadalupe Mexicana]», alrededor de la imagen de la Virgen, en el reverso.