Amuleto que representa un pato con las alas plegadas y un motivo tallado en forma de ojo. La parte inferior del ave tiene una protuberancia perforada por la que pasa una cuerda de la que cuelga un fragmento de colmillo. Esta pequeña escultura, hecha con colmillo de morsa y decorada de forma extraordinariamente refinada, es una de las piezas etnográficas más importantes del Museo de América. Es la pieza más antigua de la costa noroeste de América del Norte y su hallazgo está documentado con precisión: la encontraron durante la primera expedición española a Nutka, dirigida por Juan Pérez en 1774. La pieza se describe en el documento enviado a España como "una pequeña y refinada bolsa de vejuquillo hábilmente trabajada. En ella hay una especie de ave hecha de hueso con la parte superior del pico rota. Se obtuvo de una mujer nativa que la llevaba colgada del cuello junto con dientes que parecen pertenecer a un caimán pequeño". Gracias a la valiosa información recopilada por el expedicionario, sabemos que esa parte del pico ya estaba rota cuando la mujer llevaba el amuleto y podemos suponer que, probablemente, tenía una función protectora.