Hasta la fecha, el portón de entrada de la Casa del Mendrugo es el más grande de la antigua calle de la Palma, conocida actualmente como 4 sur. Reconocida tal vez por esta característica, años más tarde el ahora propietario pensaba "La espiaba por una rendija abierta en el zaguán desvencijado, tratando de negar la atracción que sentía por ella", fragmento del libro "El Mendrugo y el Zapoteca", Lozano (2016).