Coroplastia. Probablemente se trate de un vertedor de aguamanil con forma zoomorfa, una cabeza de jirafa. Presenta decoración plástica de ojos, boca, lengua, nariz, orejas y arranque de cuernos. En el centro de la cabeza destaca una cresta que termina en las fosas nasales. A sus lados se disponen dos prominentes ojos que se encuentran perforados conectando con el interior de la cabeza, por donde se vertería el líquido. Está realizado en arcilla rosácea con desgrasante grueso.
Este aguamanil entraña la curiosidad de que expulsaría el agua a través de los ojos y no de la boca, como sería habitual en objetos de estas características. Por ello presenta la lengua como un motivo añadido que resalta la singularidad de la pieza.
Otra posibilidad sería que este fragmento formara parte de algún tipo de fuente con surtidor modesto.
Según las investigaciones llevadas a cabo por Aránzazu Mendívil, esta pieza tiene paralelos en Murcia (siglos XII-XIII), en Medina Azahara (un aguamanil califal de jirafa), Mérida (sobre un disco de candil de piquera de época almohade de la Alcazaba de Mérida), Mallorca (Abrigo de Zabellá), Barcelona (recipiente zoomorfo que recuerda a un dromedario sentado sobre sus patas con cronología del siglo XI), Denia (El Fortí), Cannes (recipiente vidriado de pecio de Betéguier con cuerpo de jirafa), Francia (Saintonge) o Portugal (Silves).
¿Te interesa Historia?
Recibe novedades con tu Culture Weekly personalizado
¡Todo listo!
Tu primer Culture Weekly llegará esta semana.