El exvoto es una ofrenda dedicada a alguna advocación religiosa en agradecimiento por un favor recibido o hecho prodigioso. Estos objetos dan cuenta de la fe y el culto del imaginario novohispano, por lo que son una fuente documental de gran importancia para los estudios de la vida cotidiana. Son elaborados en varios formatos que destacan la creatividad y el carácter popular de las piezas. Casi siempre se colocaban en lugares públicos, cerca de los altares, camerines, sacristías o retablos.
El tema central es el milagro: ya sea haber librado con bien un accidente o catástrofe natural, o la sanación de enfermedades, por ejemplo. A la advocación religiosa se integra en cartelas la breve narración del prodigio.
El pintor anónimo de esta obra recrea la escena en que un personaje masculino, quien probablemente limpiaba o arreglaba el retablo de una iglesia dedicado a Santa María de Guadalupe, por accidente resbaló. Milagrosamente y por intervención de la Virgen, quien lo sujeta por finísimos hilos transparentes, salió bien librado del incidente.