Agustín Arrieta, [...] impresor, bohemio, liberal, rebelde, federalista, pintor de chinas, chinacos, borrachos, limosneros y locos, enchiladas y hojaldras [...], es el firmante de este retrato que ejemplifica la espontaneidad con la que supo abordar el género artístico. Se propone aquí identificar al militar representado al lado de su esposa e hijos como el general Felipe Codallos, quien nació en Trinidad de Barlovento en 1790 y murió en la Ciudad de México en 1849.
En su juventud, Codallos formó parte del ejército virreinal. Después, durante el imperio de Iturbide, fue capitán general de las provincias de Guatemala y gobernó El Salvador, como jefe militar, del 7 al 25 de mayo de 1823. Ya en plena era republicana, participó en la toma de San Juan de Ulúa y fue comandante general de los departamentos de Yucatán, México, San Luis Potosí y Puebla. Durante su gestión como gobernador de Puebla (1837-1841) se colocó la primera piedra de la gran Penitenciaría del Estado. Obtuvo el grado de general de división en 1838 y es alrededor de ese año cuando debe fecharse este estupendo retrato de familia, salido de los pinceles del más mexicano de los pintores.