Fata Morgana es una pintura que comencé a finales de 2018 y que, originalmente, era sólo un paisaje que había visto durante una visita a Islandia. En mi obra, son temas recurrentes la tradición pictórica europea y la cultura de masas. En esta, por ejemplo, intervienen poéticas provenientes del paisajismo combinadas con elementos de la animación audiovisual y objetos tecnológicos del pasado. Al estilo de los pintores renacentistas del norte de Europa, mi obra consiste en una suerte de collage, voy agregando elementos que quiero que formen parte de ella y, de esta manera, creo una narración. Me interesa que el relato transmita mi experiencia personal, tanto con la historia del arte, la sociedad, como con la vida misma, para constituir una obra que provea un escape de la cotidianidad y un contacto con lo eterno y trascendental. Fuente: Catálogo Premio Itaú Cultural Artes Visuales 2019-2020.