La fragua es el taller donde se trabaja el hierro para darle distintas formas.
Esta fragua que vemos en la vitrina procede de Cortegana (Huelva) y data del siglo XVIII. Tiene un sistema de fuelles dobles que sirve para avivar el fuego. Junto a ella se exponen un banco de trabajo (derecha), un taladro (izquierda), ambos de una fragua de Carmona (Sevilla), y diferentes herramientas (martillos, tenazas, yunques…) también utilizadas en la forja.
Son muy interesantes, además, los ejemplos que se presentan de la rica forja andaluza (Cristo, cerrojos, velones, candelabros y arqueta de caudales).
La técnica de la forja consiste en calentar trozos de metal hasta hacerlos maleables y, a continuación, darles forma o soldarlos entre sí, a base de golpearlos con un martillo sobre un yunque. Este golpe produce un sonido muy característico que ha sido incluso utilizado como recurso musical en distintas manifestaciones artísticas. En la ópera se puede escuchar en “El Trovador” de Verdi y en la trilogía “El anillo del Nibelungo” de Wagner. En el flamenco es un elemento de acompañamiento de los martinetes.