Fragmento de loseta/ladrillo de cerámica de pasta rosácea a cocción oxidante que sirvió como tablero de juego. Presenta incisiones por ambas caras, con un carácter improvisado. En ambas caras se observan perfectamente los diagramas que delimitan los tres recintos conectados por cuatro líneas axiales. Tres líneas forman cuadrados de distintos tamaños, que se encajan en paralelo uno al otro. Cuatro líneas perpendiculares a las formas descritas, que salen desde el centro de cada lado, alcanzan únicamente hasta el cuadrado interior.
Tablero de juego de mesa denominado Quirkat, o alquerque de nueve o molino. Dos jugadores con nueve fichas cada uno intenta llegar a la posición de "tres en raya", eliminando fichas del contrario hasta que uno de ellos se quede con sólo dos o no pueda efectuar ningún movimiento.
Sobre las esquinas y los puntos de intersección es donde se colocan, por tuno (o mediante el dado), las fichas de cada jugador, en número de cinco, siete, nueve o doce según la modalidad de juego.
Si observamos la localización de los dados (00136 y 00303) y los tableros de alquerque (00137 y 00138) vemos que entre ellos no hay ninguna conexión.
El juego del alquerque ya se conocía en época romana y también se grababa sobre fragmentos de mármol.
Según la investigación de Aranzazu Mendívil hay paralelos en Toledo -Vascos-, Cáceres -Al-Balât / Romangordo- de primera mitad del siglo XII, Francia en contextos aristocráticos de finales del siglo X a principios del siglo XII y Portugal.