La obra forma parte de un grupo de trabajos que busca vincular formas y diseños inspirados en la alfarería y los textiles de culturas de la América indígena con formas industriales contemporáneas. Esta obra fue tejida en mimbre, fibra criolla importada al Delta del Paraná a fines del siglo XIX para incentivar la actividad económica en las islas. Exploro formas propias de distintos modos de producción (artesanal e industrial) con fibras criollas y diseños indígenas para generar vínculos entre un pasado y un presente e indagar en los múltiples orígenes de nuestra identidad latinoamericana y las consecuencias que tienen los procesos políticos y económicos en el desarrollo de los oficios y en la construcción de nuestro capital simbólico.