El cocinero Pedro Subijuana explica que "En Akelarre siempre se ha dado gran importancia a los postres. Y este de gin tonic es uno de los que más tiempo lleva en la carta: desde 1998". Para convertir en postre la popular bebida, solidificaron con gelatina un gin tónic, acompañándolo de una salsa de enebro -el perfume más destacado de la ginebra-, sorbete de limón y la piel de este fruto. "En la transformación quisimos romper la melosidad de la gelatina con unas láminas de caramelo y terminar añadiendo otro toque de perfume con el tomillo-limón".