Guanajuato

El 22 de marzo de 1803, llegó Alexander von Humboldt a tierras novohispanas. Geógrafo y naturalista alemán, sus estudios influirán en los coetáneos al publicar los resultados de sus exploraciones de arqueología, vulcanología, geología, cartografía, flora y fauna del Nuevo Mundo. Uno de sus libros más importantes, Ensayo político sobre el Reino de la Nueva España, publicado en 1808 en francés, da a conocer un corpus americano que contendrá más de 1 400 grabados, 1 240 ilustraciones de plantas y un buen número de láminas de animales y cuantiosos mapas, dibujos de paisaje y obras de arte de interés histórico. Se dice que esta obra fue la principal fuente de datos e imágenes que hizo que los europeos dirigieran su mirada entendida hacia América, e incluso fuera la simiente que insufló de valor a algunos –políticos, diletantes y artistas– para que proyectaran un viaje largo a nuestro continente.
Es el caso de Egerton, quien a fines de 1831 llega a México. Realiza descripciones literarias y plásticas de Veracruz, Puebla, la Ciudad de México, Morelia, Toluca, Zacatecas, Real del Monte y Guanajuato, entre otras regiones del país. Se dice que estaba impresionado por el cielo y el aire del paisaje mexicano, lo cual observamos en Guanajuato, donde notamos también el interés por la descripción urbana de una de las ciudades mineras más importantes del país. En 1837 regresó a Londres para publicar, en 1840, la más famosa y difundida de sus obras: Vistas de México. El óleo fue ampliamente estudiado por el investigador Fausto Ramírez.