El 28 de febrero de 1980 los andaluces estaban convocados a decidir en referéndum el futuro de su régimen autonómico. Frente a una intensa campaña del Gobierno de España por la abstención, con los medios institucionales a su servicio y con mensajes que al final serían contraproducentes para sus intereses, como el de “Andaluz, este no es tu referendum”, la campaña institucional de la Junta de Andalucía supo ilusionar de forma sencilla y directa a los votantes. Buena muestra es este cartel que ya forma parte de la memoria colectiva de los andaluces.