Juan Mari Arzak fue uno de los impulsores de la Nueva Cocina Vasca, que puso en el mapa gastronómico internacional a Euskadi en la década de los 80 del siglo pasado. A sus 75 años cumplidos sigue al frente del negocio familiar acompañado de su hija Elena, quién se incorporó en la década de los 90.
"Mi primer contacto con la cocina fue de pequeña, en verano. Solía ir al restaurante de mi padre en las vacaciones escolares a pasar un par de horas, y ayudaba en lo que me pedían", recuerda Elena que posteriormente estudiaría hostelería en Suiza. Antes de volver a casa definitivamente pasó por grandes restaurantes europeos como Maison Troisgros, Pierre Gagnaire, Carré des Feuillants y Le Vivarios, en Freancia; Louis XV, en Mónaco; Le Gavroche, en Londres; y Ostrera del Ponte, en Italia. "El primer plato que hice conjuntamente con mi padre fue a los 19 años. En casa solía cocinar y hacía experimentos como suflés salados". En elBulli de Ferran Adrià, uno de los muchos restaurantes por donde pasó hasta de incorporarse al equipo de su padre, haría muchos más.