El punto de vista desde el Monumento a la Revolución permite al espectador observar la incipiente expansión de una ciudad con algunos de sus símbolos naturales, alegóricos y arquitectónicos, en su camino a la modernización. Un albañil que porta una cuchara de su oficio y un plano de anteproyecto preside la panorámica. O´Gorman hace una crítica visual a este desarrollo modernizador como parte de su renuncia a la propuesta funcionalista.