En enero de 2004 llegó a Museo Soumaya una lámina de cobre atribuida a Giorgio Vasari, La Natividad con la adoración de los pastores. Análisis varios llevaron a determinar que esta espléndida obra fue realizada en piedra y que es del célebre artista, según consta en un documento de 1554 en que el propio maestro escribió: Yo recuerdo que realicé una pequeña pintura en piedra de la Natividad de Cristo, la cual regalé a mi Señora Gostanza [Costanza] de Medici, esposa del conde Vgo, e hija de mi Señor Ottaviano de Medici. Valuada en 10 [ducados]. Para el investigador Nicola Spinosa fue el hallazgo que esperaba: Por varios años la he rastreado en colecciones europeas y americanas; y hasta ahora, es ella quien me encuentra. No hay duda [de] que sea autógrafa y es una fortuna que se haya conservado en tan buen estado y que pueda darse a conocer.
Esta obra guarda una estrecha relación con el fresco del Convento de Santa Margarita en Arezzo, y ambas piezas siguen un dibujo del propio Vasari que resguarda la Galería de los oficios (inventario 1274 F). Asimismo, la obra se relaciona con otra versión propiedad de Michel Gaud. La piedra fue el soporte que el artista eligió para la obra, pues a partir de una delgada capa de preparación el óleo adquiere matices que logran una mayor profundidad de planos. Tanto el Barroco como el Neoclásico llevaron este recurso a magníficas consecuencias en los llamados Cristos de la luz, que invitan también a los fieles a reflexionar sobre el misterio de la Encarnación.