Esta tabla de inicios del siglo XVI, que ha ilustrado numerosas publicaciones, aparece en el catálogo razonado del maestro (2000), y abreva en la tradición tardomedieval. La Madre de la Ternura, con un finísimo velo sobre el rostro, se encuentra en un trono. El par de ángeles volanderos la corona mientras adora a su Niño, quien se ha quedado dormido en el regazo. El pequeño está desnudo. San Miguel, jefe de los ejércitos celestiales, muestra la escena, al tiempo que somete con firmeza al demonio. Junto al arcángel, el predicador Bernardino de Siena, a quien en vida ya se le consideraba santo. A él fue dedicada esta tabla principal para su altar en el templo de San Francisco en Alba, provincia de Cuneo, región del Piamonte. Los santos Clara y Esteban, primer diácono de la Iglesia, comparten la escena.
Hacia 1506 el artista había realizado una tabla para el altar mayor de la misma iglesia. Es posible que ambos hayan sido encargos de la familia Verri, condes de Bosia. La presencia de santa Clara hizo pensar a investigadores como Eduardo Villata que en realidad se pintaron para el templo de la fiel seguidora de Francisco de Asís. No hay registro histórico sobre la fecha en que la tabla de Museo Soumaya abandonó el sitio. Sabemos que alrededor de 1871 el historiador y senador republicano de los Estados Unidos, Henry Cabot Lodge (1850-1924), la adquirió en Italia para su esposa Ana, Nannie, Cabot Millis Davis (1850-1915), como regalo nupcial.
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