De La Virgen del huso, obra del maestro que acaso está perdida, existe en Windsor un dibujo preliminar autógrafo del rostro de María. La tabla, pintada para Florimond Robertet, secretario de Luis XII de Francia, fue comenzada poco antes del 14 de abril de 1501 y terminada hacia 1503, a más tardar en 1507, año en el que el mismo Novellara mencionó desconcertado la existencia de no una sino dos versiones que, según él, acusaban una evidente participación del taller.
La Virgen del huso en Museo Soumaya, que perteneció a la actriz francesa Liliane Ernout, es una de las mejores variantes conocidas del prototipo leonardesco. Entre ellas destacan esta tabla y la del duque de Buccleuch, robada en 2003 del castillo de Drumlanrig, en Escocia, hoy recuperada. Asimismo, la versión antes en la colección Redford de Montreal, hoy en Nueva York, propiedad privada.
El cuadro en México, pintado entre1510 y 1540, guarda semejanzas con el arte de Gian Pietro Rizzi, alumno milanés de Leonardo conocido como Giampietrino. Estuvo expuesto en la Galería Nacional de Escocia en Edimburgo en la muestra Leonardo da Vinci, el misterio de la Madona del huso, entre mayo y junio de 1992. Viene aquí al caso recordar el juicio que hizo Kemp de la tabla de Museo Soumaya, quien, entre las numerosas versiones conocidas, la considera como [...] la única quese aproxima en el manejo del claroscuro de las carnaciones al sfumato sutil de Leonardo.