Durante el siglo XIV las Escuelas sienesa y florentina desarrollaron un estilo completamente alejado del bizantino. Las representaciones fueron más terrenales y de mayor calidad lumínica. Los cuerpos difieren en tamaño, debido a que el fondo era más importante que la forma.
El reconocimiento del maestro anónimo se debe a la predela del retablo El nacimiento de la Virgen María (c 1365-1370), sito en el Museo Ashmolean de Oxford, Reino Unido. Dicha pieza fue atribuida al pintor Andrea di Cione di Arcangelo, l’Orcagna (1315/1320-1368), con quien el Maestro de Ashmolean había estudiado hacia 1360. Gracias a Laurence Kanter, curador de la Galería de Arte de la Universidad de Yale, Connecticut, EE.UU., se sabe que entre 1367 y 1368 trabajaron juntos en el tríptico de San Mateo, actualmente en la Galería de los oficios en Florencia, Italia. Tras la muerte de Arcangelo en 1368, trabajó con su hermano, Jacopo di Cione; ambos colaboraron en la serie La Crucifixión (1369- 1370) de la Galería Nacional de Londres. Después de algunos años logró realizar trabajos independientes como el tríptico que resguarda la Pinacoteca Vaticana y esta bella obra de Museo Soumaya.Fundación Carlos Slim.
En la tabla dedicada a la Virgen María, el autor retoma características de los manuscritos iluminados y transmite una calidad cromática típica de los albores del Gótico internacional. Los santos portan sus atributos y están ubicados en un plano menor que el de la Madre y el Salvador, quien sostiene un jilguero. Los tonos azules y rojos, junto a la aplicación de oro, se funden en una arquitectura espacial con el arco apuntado. En el fondo se observa otro rasgo típico de esta época: los ángeles de alas coloreadas llevan instrumentos musicales y las orlas doradas encuadran la escena.