El documento forma parte de una colección de 30 cartas, escritas en un tono familiar, dirigidas por el rey a la condesa de Paredes, de nombre sor Luisa Magdalena de Jesús tras su ingreso como religiosa carmelita en el convento de Malagón. En este caso le manifiesta su pesar por la pérdida de Yprés en Flandes o por los avances franceses en Cataluña con el asedio a Tortosa. Por el contrario se muestra esperanzado con la progresiva normalización tras la revuelta de Nápoles. En otro orden de cosas, le habla de un retrato de Velázquez y del actor Juan Rana, cómico por el que Felipe IV sentía una profunda admiración.
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