El Greco realizó varias composiciones para el tema de la Magdalena en penitencia. De su taller toledano surgieron tipos iconográficos en donde la rotunda figura de la santa, siempre en la ermita, se acompaña de sus habituales atributos: el perfumero, la Biblia y la calavera. Son tres las hechuras grequianas más conocidas: una que semeja la representación del San Francisco de Asís en éxtasis, donde la enseña casi en completo perfil como la del Museo del Cau Ferrat en Barcelona; una segunda, cuando la muestra frontal y con vestimenta que recuerda a los abultados drapeados y de colores intensos de su serie de apóstoles; y finalmente la de Museo Soumaya, donde destaca un propósito de mayor expresividad en el sentimiento de contrición: con un atuendo ligero, la protagonista exhibe las manos entrecruzadas en el frente, el rostro dulce subrayado por unas lágrimas revelan el centro visual y emotivo de la pintura que se acentúa por la inclinación de la cabeza. Obras similares a la mexicana existen en la colecciones del Museo de Arte Nelson-Atkins, en Kansas, EE.UU., y en la Arquidiócesis de Sevilla, España. Todas ellas fueron convocadas para la exposición El Greco. Arte y oficio que se celebró en Toledo como parte de los eventos que conmemoraron en 2014 el 400 aniversario de la muerte del artista griego.