Transcribí detalladamente el Manifiesto blanco de Lucio Fontana. Blanqueé cada una de las letras dejando estrictamente los puntos y comas en sus espacios correspondientes. Transferí los mismos sobre un plafón de led para luego perforarlos con gubias y taladros de lado a lado. Hay algo que escapa a la idea de ser nombrado, algo que se diluye entre las palabras, algo que no encaja en su propio recipiente. Un lenguaje que se sale de control, con el que es posible experimentar el hueco de las palabras, pero no desde el agujero de lo indecible, sino desde otro lugar. Manifiesto blanco perforado expone la imposición del orden que se da desde el lenguaje y al hacerlo se pregunta por el espacio vacío que habita entre las cosas. Fuente: Catálogo Premio Itaú Cultural Artes Visuales 2019-2020.