Muestra para aprobación, anverso de un billete de 1

La colección de papel moneda de Fundación Carlos Slim cuenta con importantes ejemplares de establecimientos privados y oficiales. Destacan los del Banco Comercial de Chihuahua, Banco de Tabasco, Durango, Guanajuato, San Luis Potosí, el Institucional e Hipotecario de México y el Banco Nacional de México. Otro organismo que jugó un papel sustancial fue el antiguo Sacro y Real Monte de Piedad, hoy el Nacional Monte de Piedad. Don Pedro Romero de Terreros, primer conde de Santa María de Regla lo fundó en 1775, como el órgano financiero dedicado a la obra de caridad más antiguo del continente. Aunque no fungía del todo como banco, si sus emisiones fueron aceptadas en curso legal por las oficinas de gobierno, los bancos privados no los recibieron.
El presidente Porfirio Díaz, al proclamar el lema paz y progreso material, introdujo a México en la modernidad. La consolidación de la banca y el crecimiento económico sostenido hicieron que la sociedad aceptara al fin el uso del billete como medio de intercambio general. En 1897 la Ley de Instituciones de Crédito estableció que cada estado debía tener al menos un banco privado emisor de billetes, aunque continuaban en circulación los del Banco Nacional de México y el de Londres y México. Esta medida trajo consigo un mayor uso del papel moneda y el endeudamiento de latifundios, industria y gobierno. La situación se agravó en el ocaso porfiriano.
Entre 1897 y 1970, la American Bank Note Company fue la encargada de la impresión de billetes. Cada cliente podía definir la gráfica y era responsable de la aprobación de los diseños. Fue muy común entre la banca privada y local utilizar imágenes anglosajonas. El connotado estudio Valleto y Compañía aportó fotografías de varias damas que estamparon como motivo principal. En el reverso de un par de colodiones aparece la ofensiva inscripción: This is typically mexican but not handsome enough [Ésta es típicamente mexicana pero no tan guapa].