Elena Valera, cuyo nombre shipibo-konibo es Bawan Jisbe, representa aquí a un onanya curando a un niño junto a la madre. El onanya es un curandero que, a partir de cantos y uso de plantas medicinales, trata a pacientes afectados por enfermedades físicas o espirituales. Valera empezó a desarrollar pinturas figurativas como esta por sugerencia del historiador Pablo Macera, como una forma de plasmar en imágenes las costumbres de su comunidad.
Más que reproducir estilos occidentales, sin embargo, Valera los reconfigura para referirse a temas propios de los shipibo-konibo. En su pintura emplea tierra y plantas amazónicas como tintes, y kené para decorar las vestimentas de sus personajes.
El kené es un patrón geométrico que refiere a los elementos del universo shipibo-konibo. Valera aprendió kené de su madre en Iparía, donde también se desempeñó como curandera.
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