Paisaje montañoso con un puente que cruza un río

Fatigados viajeros caminan en el paisaje. Las figuras son del célebre artista Jan de Terciopelo Brueghel. El hermano de Pieter Brueghel, el Joven, en correcta perspectiva y brillante colorido integró su pincel en una de sus afortunadísimas colaboraciones con Joos de Momper II.
Desde 1580 ambos artistas brindaron lo mejor que cada uno hacía. Por poco más de cuarenta años trabajaron juntos en cerca de doscientas obras. Uno creaba los personajes, que vienen de aquellas primeras lecciones de pintura con la miniaturista Maria Bessemers, su abuela materna. Por su parte, Momper les daba marco y los llevaba a habitar riscos de perspectiva aérea, que si bien abrevan en Joachim Patinir y la referencia del río Escalda, el profundo realismo que les imprimía en los detalles, veladuras y planos, hace que defienda su apelativo como «Pintor de montañas».
Sepias, verdes y azules crean la profundidad que tanto se aplaude en el escenario flamenco. Por la calidad del trabajo, las medidas y las referencias del profesor Einar Perman, Paisaje montañoso con un puente que cruza un río puede ser la misma obra que en 1886 mencionara con el número 481, O. Granberg en su Catálogo razonado de tablas antiguas con fecha desconocida en las colecciones privadas de Suecia, Estocolmo. La afamada colección sueca de Johan Christian Aspelin (1770-1827) tuvo un cálido paisaje que dio cuenta del más refinado gusto flamenco del seiscientos.