Francisco Laso, quien había sido formado en Europa bajo parámetros académicos, cultivó en el Perú una vocación por reivindicar al peruano oprimido, tanto desde su pintura como desde su faceta de escritor. Por ello viajó a la sierra sur del país en más de una ocasión. En base a los apuntes y experiencias de esos periplos, Laso compuso una serie de lienzos que nos acercan a la geografía, costumbres e indumentaria de aquellas regiones en aquel entonces.
Pascana o Campamento de indios, está inspirada en los descansos que tomaban cada cierto trayecto las caravanas de viajeros en el interior del país. En el primer plano y en el eje central de la composición, se encuentra una hilandera de pie, acompañada de cuatro personajes sentados en el suelo.
En el segundo plano, y al lado izquierdo vemos un grupo de personas de pie, mientras que en el otro extremo destaca un personaje llevando una carga a sus espaldas. En el tercer plano, y en una zona más elevada, vemos otro grupo de personas sentadas y, en un cuarto plano, un hombre sopla un pututu para congregar a sus llamas.
Laso no buscó representar en este lienzo, gestos o rasgos individuales, sino tipos ideales de habitante andino, centrándose por ello en sus vestimentas características o en la geografía del entorno.