El tecali era considerado piedra sagrada en Mesoamérica. Este tipo de alabastro de origen poblano tiene como cualidad primera la transparencia, que podemos apreciar en esta pila y su base. Los diseños prehispánicos, quizá de tradición purépecha por los dibujos y la elección de colores rojizos y verdes, fueron pintados por un artista novohispano.
Sabemos, por las sales adheridas a las paredes de la pieza, que este contenedor guardó por mucho tiempo agua. Los animalitos que se distinguen, como la ardilla y el conejo, pueden ser identificados como símbolos cristianos. La ardilla representa a la Providencia Divina, que parte de la costumbre que tiene el animal de cubrirse con su propia cola para protegerse de la lluvia, de la misma forma que el manto de Dios nos resguarda. El conejo, por su capacidad reproductiva, refiere a la fecundidad de María, y el color blanco, a su castidad; asimismo, en los bestiarios medievales suele relacionársele con el impulso positivo del hombre: la liebre es capaz de correr y escaparse de su perseguidor, como el hombre librarse de las tentaciones del demonio. De esta manera podemos inferir que la pila sirvió para contener agua bendita.