Destacan las pinturas en donde Carmelón Berrocal plasma magistralmente las 40 variedades de frijoles que crecen en Sarhua y describe minuciosamente sus nombres en quechua, así como su diversidad de formas y colores. Según la información arqueológica, el frejol (Phaseoulus vulgaris), ubicado alrededor de 9000 a. C. en Nanchoc, en la cabecera del valle de Zaña en el norte del Perú, tiene uno de los registros arqueológicos más antiguos. Se trata de uno de los alimentos domesticados por el hombre peruano más consumidos hasta la actualidad.